Las etiquetas de los vinos


Toda botella de vino que se aprecie de tal debe tener alguna etiqueta, por más diminuta e intrascendente que parezca, que cuente minimamente con cierta información sobre el vino que contiene.
Partiendo de que la etiqueta es algo que debe estar presente en la botella, podemos decir que entran en juego dos factores claves en esta identificación del producto que determinarán su éxito o su fracaso, independientemente de sí su contenido lo merecía o no.

Empezamos por definir a los dos factores que influyen en la elección de un vino por su identificación: "Lo objetivo y Lo subjetivo".

Lo Objetivo se refiere a lo concerniente o relativo al objeto en si y no a nuestro modo de pensar o sentir; lo Subjetivo es lo concerniente o relativo a nuestro modo de pensar o de sentir y no al objeto en sí mismo.

Las etiquetas de vinos en su mayoría tienen que describir una información obligatoria (Objetiva) que por lo general, y salvo excepciones de reglamentaciones de algunos países, son:

- La Marca.

- Tipo de Vino ( de mesa, selección, vino fino, de postre, etc.)

- Porcentaje de alcohol al volumen.

- Contenido Neto.

- Denominación y dirección del embotellador ( no siempre es el del lugar de origen de los viñedos)

- Dirección de la bodega elaboradora

- Procedencia del vino (Ej. Envasado en Origen, Procedencia Mendoza, Industria Argentina)

- Por ley debe contener la siguiente leyenda " Beber con moderación-Prohibida su venta a menores de 18 años)

- En el caso argentino, el Instituto Nacional Vitivinícola lo registra con un numero.

Como vemos la información obligatoria que lleva una etiqueta de vino tiene que ver solo con lo relativo al objeto en sí. Para hacer esto más demostrativo lo podemos comparar con el documento de identidad de un individuo, ya que la información allí expuesta simplemente es informativa de los datos cuantitativos y no de su forma de ser, su carácter, sus gustos, etc.-

Pero las etiquetas contienen otras informaciones que tienen que ver con el lado meramente subjetivo, como por ejemplo:

- Descripción enológica en la etiqueta trasera (Aroma, Sabor y Vista).

- Características de elaboración como "Vino de noble crianza, resultado de…".

- Temperatura de consumo adecuada.

- Recomendaciones gastronómicas con las que resalta su sabor, Ej. "...ideal para acompañar quesos duros y carnes rojas …"

Hasta ahora hemos analizado el lado objetivo y subjetivo de las etiquetas de los vinos, desde el punto de vista de sus fabricantes (Las Bodegas). Especialmente en lo subjetivo debe tomarse como una mera guía, ya que la mayoría va a describir a sus vinos como "Equilibrados", "Aterciopelados", etc… .

Es aquí donde nos adentramos en los factores que influyen en nosotros (los consumidores de vinos) que obviamente nos vemos notoriamente influenciados por las etiquetas; si esto no fuera así, ¿Por qué el 90 % de las catas profesionales de vinos se hacen a ciegas?

Decidir la compra de un vino por objetividad puede ser un gran desacierto para nuestra velada y un notable triunfo para los departamentos de Marketing de las bodegas, pero sí es necesario en nuestra decisión conocer la información de las etiquetas, ya que saber cual es la bodega productora, si es un vino fino o de mesa, cual es su región de origen, son cosas que nos darán ciertos parámetros en nuestra elección final la cual también se reforzará con la información subjetiva de la etiqueta trasera.

Es por esto fundamental que la información subjetiva refleje lo más aproximado posible las sensaciones subjetivas de la generalidad de las personas que toman un determinado vino. Esto producirá un efecto multiplicador en las ventas del producto y en el consumidor, un refuerzo en su mente de la bodega productora, a la cual muchas veces le seguirán comprando los vinos debido a esa sinergia producto de haber comprobado que realmente era lo que decía ser en la etiqueta.

Para concluir, la información objetiva de una etiqueta es muchas veces la carta de presentación de una bodega, por ello ésta debe ser lo mas completa y clara posible.

Por experiencia propia dejo la siguiente frase para que todos la recordemos: "cuando uno compra vinos, no necesariamente debe comprar por la etiqueta".