
¿Qué es esto? ¿Vino en cubitos? ¿Gelatina de vino? Más o menos: hoy hablaremos de la gelée de vino, una forma muy curiosa e interesante que vale la pena probar. La gelée es un proceso que se produce a través de la reducción de un líquido, al que se ha agregado un poco de pectina para que espese.
Si el ingrediente con el cual de produce la gelée es dulce, no se le añade azúcar en la cocción, pero si no lo es, como en el caso de la gelé de vino, se debe de agregar una parte proporcional de azúcar.
Para darse el gusto de provar la gelée de vino no es necesario comprarla, convengamos que es más fácil, pero no hay nada más rico que la comida casera, por eso les dejo una de las variantes de las recetas de gelée de vino.
Realizar gelée de vino es muy fácil, necesitas: 2 cucharadas de gelatina sin sabor, 1/2 taza de agua 2/3 taza de azúcar, 2 tazas de vino, 1 cucharadita de jugo fresco de limón.
Espolvorear la gelatina sobre el agua en un sartén pequeño, dejar humectar por 1 minuto. Agregar el vino y la azúcar. Cocinar revolviendo constantemente hasta que la gelatina y la azúcar se disuelvan. Retirar del fuego y agregar el jugo de limón. Colocar en un recipiente metálico y dejar enfriar sin tapar. Refrigerar por 4 horas. Retirar del refirgerador, cortar en pequeños trozos y servir.
Es un nuevo “condimento” para tu cocina que seguro gustará hasta a los paladares más exigentes. Y luego de tomarle el gusto a cocinar con este nuevo ingrediente puedes incluirlo en postres con chocolates, helados y salsas.
Y para aquellos que no quieren incusrionar demasiado en la cocina, les recomiendo la Gelée de Vino Ribera del Duero Laveguilla, es una especie de jalea, que como lo dice su nombre está elaborada con vino Laveguilla, reserva 1999 D.O. Ribera de Duero.
Posee una textura y sabor sorprendentes, ideal para consumir en tostadas, quesos curados, carnes y pescados. Es elaborada de forma artesanal y está disponible en diferentes tamaños: 500, 160 y 40 ml.