Diferentes robles para diferentes vinos
No sé si a ustedes alguna vez les pasó, pero yo de vez en cuando al leer una etiqueta de vino que dice criado en tal o cual roble me pregunto ¿cuántas variedades habrá de este árbol y cuál será la diferencia?
Bueno, navegando por la web descubrí que existen muchas variedades y cada una aporta una propiedad diferente al vino.
Al parecer de todas las especies de Quercus, a cual pertenece el roble, solo tres son las que tienen interés para la enología:
■Quercus petraea, sessiliflora o roble albar.
Es al que se lo denomina ‘tipo Allier’ y se puede encontrar en Europa central y más hacia el norte. En Francia domina del centro-norte, las zonas de Nièvre, Allier, Borgoña, Argonne y Vosgos.
Crece en suelos secos, pobres, ligeramente ácidos, arenosos y menos exigentes en luminosidad. En algunas zonas se pueden encontrar ejemplares de hasta 1600 metros de altitud. Son árboles delgados y altos que se caracterizan por su escaso grosor y anillo fino.
En lo que a su uso en la enología se refiere este tipo de roble cede más taninos que el americano pero menos que el ‘tipo Limusine’. Es poco poroso, su madera es de poro medio y tiene un gran potencial aromático.
■Quercus robar, pedunculata o roble común.
‘Tipo Limusine‘, es el más extendido en Europa, desde Irlanda hasta los Urales. En Francia se concentra en la zona de Limousine, en el centro oeste y sur del país.
Crece en suelos más ricos y precisa más iluminación. Es un árbol más grande, menos alto, grueso y rico en polifenoles. Cede muchos taninos y pocos compuestos aromáticos.
Generalmente no se lo usa para la crianza de vinos sino que para la elaboración del Cognac. Su madera es muy porosa, lo que favorece una evolución más intensa.
■Quercus Alba o roble blanco americano.
En Estados Unidos los robles que se cultivan se agrupan en dos grandes subgéneros. El roble blanco y el rojo. El rojo crece en la zona este y Canadá y se emplea mucho en tonelería por su elevada porosidad y menor resistencia.
El roble blanco o Quercus Alba se encuentra en las zonas de Missouri, Ohio, Kentucky y Tennesee. Es una madera que cede pocos taninos, es poco poroso y tiene característicos aromas de vainillina y metil-lactonas, o lo que es lo mismo, vainilla y coco.
El roble francés y el americano son los que más se utilizan para la crianza de vinos, pero desde hace unos años se emplean otro tipo de maderas procedentes de Este que son de la especie robar y petraea.
Publicado por
FI
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8:35
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Etiquetas:
Enología