A romper las reglas a la hora del maridaje


Siempre se ha dicho que las reglas son para romperlas, y en este campo no podía ser la excepción. Es por ese motivo que los clásicos modos de maridaje se están rompiendo y se están probando cosas nuevas.

Se estila a comer carnes rojas en compañía de un buen vino tinto, y a comer carnes blancas como pescado y pollo de la mano de un buen vino blanco. Pues bien, ahora no vamos a seguir forzando esas relaciones porque debemos entender que hay personas que no disfrutan de un vino tinto y prefieren comer un bistec con un vino blanco helado.


Es momento de traspasar las barreras que se nos han fijado y buscar nuevas y creativas opciones. A fin de cuentas, quienes comemos somos nosotros, y debemos hacerlo del modo en que más nos guste y no solamente seguir ciertas reglas que fueron estipuladas por otras personas.

Con esto no quiero decir que no tengan un por qué esas reglas porque sí lo tienen y de hecho el sentido allí está, pero debemos adaptarlo a nosotros. Lo que sí debemos recordar siempre es el cuerpo que tiene el vino, para que su sabor no empobrezca la comida o al contrario, no se quede muy por debajo del sabor de los alimentos, porque siempre se busca el equilibrio. Así que ahora a comenzar a probar las distintas combinaciones hasta encontrar la que más les guste.