¿Cuál es el mejor champagne para cada ocasión?


Cenas románticas, reuniones familiares, brindis de amigos o amigas... Estos son las mejores burbujas para cada ocasión.

1. Para una cena romántica: no hay como una botella de un espumante fresco y refinado. Servirse de la frapera una copa de Boheme, un Bianchi Edición Limitada o María Codorníu es como arrancar con el pie derecho un plan perfecto. Burbujas elegantes de los mejores champenoise, que acarician el paladar con sensualidad y que le ponen marco de sabor a una mousse de palta y ostiones o un salmón a la plancha con eneldo y sal maldón.

2. Reuniones familiares: en ese tipo de ocasiones en que la cantidad de invitados puede desbordar el bolsillo, lo ideal es apuntar a espumantes con buena relación calidad-precio, que no sean ni muy dulces ni muy ácidos para que a todos les guste. En esa línea, tenés que buscar Novecento, Chandon Extra Brut, Norton, Finca Las Moras o Alamos.

3. Encuentro de amigos: y, sí, los amigos odian lavar copas. Lo es tener varias botellitas de 187 centímetros cúbicos en la heladera, para destapar con el click de su rosca. Los más ricos son Chandon, Trapiche, Nortin Mini y Petit Mumm.

4. Reunión de amigas: dirán que es un preconcepto equivocado, que no necesariamente es así, pero la realidad es que un buen espumante dulce enloquece a la mayoría de las chicas por su evidente apetencia edulcorada. Y si el plan de las señoritas es juntarse a conversar una noche, o hacer la previa hasta el boliche, un espumante como Deseado o El Esteco, les va a estirar la charla un par de horas, con burbujas de dulzura garantizada.

5. Una ocasión especial: en esta categoría entra desde un encuentro íntimo, a una celebración selecta y un brindis solitario y bien fundado. Por ser momentos especiales, reclaman un espumante que le de relevancia, cuyas elegantes burbujas acompañen con suavidad la singularidad del momento. Por ejemplo, Progenie, Cadus Espumante o el Milesimé de Rosell Boher 2005, vinos únicos para ocasiones únicas e irrepetibles.

6. Para regalar: la mayoría de la gente ofrece como presente vinos tintos. Se equivoca. Porque un espumante de paso refrescante, con buena corona y perlage –esas finas burbujas que ascienden desde el fondo de la copa formando un collarín de perlas- te pueden hacer quedar mucho mejor que el más violeta de los tintos modernos. Sobre todo, si regalás una marca poco conocida, como Atemporal, Fin del Mundo, Alambrado y Alma 4, que sumarán calidad al presente.