¿Vale la pena comprar un decantador?


Cuando leí este artículo me sorprendí al darme cuenta que no era un problema solamente mío: el mantenimiento correcto de un decantador. Porque vamos a ser sinceros, ¿A quién no le gustan los decantadores? ¿Pero a quién le gusta lavarlos?

Es que los decantadores podrán verse muy bien, decorar nuestro set de vinos, incluso tener un gran valor artístico y de diseño. Pero al momento de su limpieza no hay forma de que queden bien. Y con el tiempo esto se hace notar. Ya sea a mano o con el lavavajillas, siempre quedan un poco sucios.

El problema es más que estético, pues estas impurezas que quedan en el fondo perjudican importantemente el sabor del vino. Algunos decantadores son muy ingeniosos y creativos, pero al momento de mantenerlos son un verdadero dolor de cabeza.



Algunos decantadores son tan originales y vistosos que jamás podremos disfrutarlos


Si bien es cierto que el arte de decantar es un ritual muy bueno que beneficia y potencia los sabores del vino, lo mejor es hacerlo con un decantador adecuado que pueda conservarse en buenas condiciones con el tiempo. Pero con los decantadores elegantes este tipo de mantenimiento no se puede hacer generalmente y esto es un problema, además que salen bastante caros.

Puedes contar con algún cepillo especial, pero algunos diseños de decantadores son tan angostos y curvos que se complica bastante limpiarlos y siempre quedará algún sedimento en algún rincón.

En fin, esto no es en contra de los decantadores, que son en general toda una experiencia que enriquece mucho el momento de beber un buen vino, sino que va en contra de las molestias que nos puede causar.