Al parecer, cantidad y calidad son dos conceptos incompatibles a la hora de hablar de los vinos; pero igualmente el que consigue unirlos seguramente tendrá en que apoyarse.
En concreto, muchos vinos españoles reconocidos mundialmente, y que han triunfado en el mundo del vino por conseguir las notas más elevadas y también por las excelentes críticas americanas que reciben, se elaboran en cantidades muy reducidas.
Un ejemplo bastante conocido es el de la revista Wine Spectator, que a la hora de evaluar un vino para ver si puede llegar a la lista de los Top 100 mundiales, considera sus características principales, el precio, etc, etc., pero también la disponibilidad o la exclusividad en el mercado.
Hace un par de años, en una revista se mencionaba: “¿realmente importa lo bueno que es un vino si sólo lo puede probar un puñado de personas?”. Con esto nos queda muy claro que para los expertos de la enología, verdaderamente sí importa la cantidad que se elabora de vino, ya que podría ser mucho más sencillo elaborar un reducido número de vinos excelentes y de brillante calidad, que por el contrario, elaborar miles de vinos para que salgan al mercado. ¿No lo creen?
