¿Cómo son los vinos de maceración carbónica?


Vinos frescos, ligeros y muy aromáticos.
Empecemos por el color. Visualmente son de colores vivos, intensos y muy llamativos, con tonos violáceos, púrpuras, morados y con ribetes casi azulados en algunos casos. Los aromas son muy intensos, y sobre todo, esencia de la uva, fruta. Cerezas, moras, fresas, frambuesas, arándanos...y otros aromas como la regaliz o violetas son los más característicos. En boca son suaves, ligeros y muy aromáticos. A veces suelen tener una ligera aguja, carbónico, resultado del propio proceso de elaboración.

Pero no todo va a ser virtudes. Quizás se decidan por probar este tipo de vinos y descubran que algunos les resulten bastante herbáceos, con exceso de sulfuroso y excesivo picor. Evidentemente, y como en todo, hay calidades. Son vinos que en ocasiones le conviene un ligero jarreo, llevarlos a un recipiente o decantador, para ayudar a que se expresen mejor. Hoy en día, donde la moda se decanta hacia vinos corpulentos y cargados de color, este tipo de vino no están muy de moda pero les recomiendo que los prueben por su frescura, autenticidad y...precio. En España tenemos grandes vinos elaborados por este método, aunque los que más fama internacional tienen son los Beaujolais Nouveau franceses.

Es importante para degustar estos vinos la temperatura de servicio. Lo ideal son unos 13 ó 14 °C, es decir, más bien fresquitos. Son vinos muy gratos para tomar a casi cualquier hora del día y acompañan muy bien a comidas como arroces, pasta, pescado azul y legumbres. ¡Pruébenlo con un sabroso cocido!