Consejos para distinguir vinos espumosos


Los vinos espumantes tienen una forma particular de ser distinguidos, distinta a la manera tradicional de catar vinos. A continuación te dejamos algunos consejos a considerar al momento de beber un vino espumoso.

Para distinguirlos es necesario antes que nada un análisis visual: es fundamental observar el tamaño y disposición de las burbujas, ya que estas deben ser de tamaño pequeño y, aunque pueden agruparse, no deberían fundirse y crear grandes burbujas.

En el caso de que las burbujas que cubren la superficie sean poco numerosas y formen una fina crema, entonces vemos que se trata de un champagne crèmant. Luego de unos instantes estas burbujas formarán un collar que rodeará los bordes de la copa. A esto se le denomina “cordón“.


Para poder apreciar estos rasgos (la formación de burbujas y cordón) conviene servir el vino espumoso en copas completamente secas. En caso de que el espumoso se sirva frío hay que esperar unos 30 segundos a que el cristal y el líquido lleguen a una misma temperatura.

El espumoso frío sobre un cristal a temperatura ambiente o templada siempre producirá burbujas de gran diámentro. Esto se debe a las diferencias de temperatura entre el líquido y la copa.

La fase gustativa nos permite distinguir los distintos tipos de cava dependiendo de la cantidad de azúcar que encontramos por litro.

A modo de ejemplo, las distintas variedades se dividen en:

- Brut Nature: sin adición de azúcar
- Extra Brut: hasta 6 gr de azúcar por litro
- Brut: hasta 15 gr de azúcar por litro
- Extra seco: entre 12 y 20 gramos de azúcar por litro
- Seco: entre 17 y 35 gramos de azúcar por litro
- Semiseco: entre 33 y 50 gramos de azúcar por litro
- Dulce: más de 50 gramos de azúcar por litro

Uno puede distinguir entonces a través de las distintas dulzuras que encontremos en el vino espumoso.