El Vino, la Salud y la Mujer
Bebidas alcohólicas y metabolismo
El profesor A. W. Jones, del Hospital Universitario de Linköping (Suecia), recordó en su intervención que las mujeres son más sensibles que los hombres a los efectos del etanol (todos los alcoholes incluidos). Esto está ligado a un metabolismo diferente y a algunos factores que pueden modificar le eliminación de alcohol en el organismo. Los principales factores que explican la mayor sensibilidad de las mujeres al alcohol son: un más bajo volumen de distribución del etanol, una más baja actividad del alcohol - deshidrogesa (enzima que degrada el alcohol), una más rápida absorción del alcohol y un mayor metabolismo hepático del alcohol.
Evolución del Consumo
La Dra Arhnof, directora del programa sobre el Alcohol y las Drogas de Suecia, presentó la evolución del consumo en las mujeres. Se observa que actualmente el aumento del consumo total de alcohol está ligado principalmente a un aumento del consumo por parte de mujeres. Las consumidoras de cerveza han aumentado un poco, mientras que el aumento de las consumidoras de vino es más importante. Asimismo, la parte de las consumidoras de espirituosos aumenta significativamente.
Por otra parte, parece que las mujeres jóvenes tienen peores opiniones sobre los efectos del alcohol que los hombres jóvenes. Un poco más de un tercio de las mujeres consideran que el alcohol es uno de los problemas más importantes en términos de salud pública.
Las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad total
El profesor C. Ellison, de la Universidad de Boston (USA), precisó que las mujeres que tienen un consumo moderado están tan bien o incluso mejor protegidas contra las enfermedades cardiovasculares que los hombres. Los mecanismos implicados están ligados en parte al aumento del colesterol HDL (colesterol bueno) y a los fenómenos de coagulación.
También puntualizó que en las mujeres el consumo moderado de alcohol protege contra los accidentes cerebro vasculares(ACV) isquiémicos (obstrucción de vasos), pero que es más elevado el riesgo de accidentes cerebro vasculares(ACV) hemorrágicos.
En lo que concierne al cáncer de mama, se observa que los estudios disponibles son bastante contradictorios, pero parece que en los consumos bajos (hasta 3 copas por semana) no ha aumentado el riesgo de incidencia de cáncer de mama. Pese a ello un estudio realizado por el profesor Ellison, cuyos resultados aún no han sido publicados, sugiere que las consumidoras de vino están mejor protegidas. Sin embargo, en esta patología se observa que las mujeres premenopáusicas deben tener un consumo de bebidas alcohólicas bastante bajo.
En lo que se refiere a la mortalidad total, el profesor Ellison recordó que algunos estudios han demostrado que el riesgo de mortalidad ha disminuido más del 30% en consumos de hasta una copa de alcohol / día, y entre un 12 y un 17% en los consumos de hasta 3 copas / día con relación a las no consumidoras.
En la discusión posterior a su exposición, el profesor Ellison indicó que las diferencias entre los tipos de bebida alcohólicas y que el vino puede aportar beneficios suplementarios debido a su contenido en polifenoles. Por otra parte, indicó que los modos de consumo son muy importantes y que los efectos beneficiosos del consumo moderado de bebidas alcohólicas se obtienen sobre la base de consumo regular.
Vino y demencia senil
El profesor Letenneur, de la Universidad de Burdeos (Francia), miembro del equipo del profesor Orgogozo, presidente del grupo de expertos "Vino y Salud" de la OIV, presentó los resultados que conciernen a la relación entre el consumo de vino y la demencia senil o la enfermedad de Alzheimer. Si se ha encontrado una asociación inversa entre la demencia senil y el consumo moderado de vino en la población general, en la mujer es imposible llegar a una conclusión sobre estos efectos, debido a la falta de pacientes que consuman cantidades moderadas de vino. La mayor parte de las mujeres tienen consumos muy moderados y el riesgo difiere muy poco del de las no consumidoras (la reducción del riesgo relativo es de un 10%).
Bebidas alcohólicas y diabetes
El profesor C. Bengstsson, del Departamento de Protección de la Salud de Göteborg (Suecia), evaluó el efecto del consumo de alcohol sobre la incidencia de la diabetes en la mujer. A partir de estudios realizados en Göteborg y sobre la base de otros estudios publicados, se ve que el consumo moderado de alcohol no aumenta el riesgo de la incidencia de la diabetes. Al contrario, parece que el consumo moderado de alcohol tiene efectos favorables en el metabolismo de la insulina y puede llevar a un efecto beneficioso de la diabetes en la mujer. Parece que el alcohol favorece la absorción de la glucosa por las células periféricas del organismo y aumenta, por otra parte, la sensibilidad a la insulina.
Bebidas alcohólicas y obesidad
Otro punto de vista sobre los efectos del consumo de alcohol y el aumento de peso corporal fue desarrollado por el profesor K. Jung, de la Universidad de Maguncia (Alemania). Precisó que la situación en este contexto es muy variable de un estudio a otro. En general, se estima que el consumo moderado de alcohol induce una baja del índice de peso corporal en la mujer. Sin embargo, el nivel nutritivo y el nivel de actividad física tienen una influencia importante. Entre los posibles mecanismos implicados, las calorías aportadas por el etanol serían mal empleadas porque las calorías aportadas por los otros alimentos serían prioritarias. En conclusión, los resultados de las investigaciones actuales no permiten sacar conclusiones definitivas en cuanto a los efectos del consumo de alcohol sobre los aumentos de peso corporal. Son necesarios estudios suplementarios y bien concretados.
Una copa por día
Para cerrar este simposio, se abrió una discusión entre los expositores y la sala sobre el tipo de mensaje que se podía difundir en lo que concierne al consumo de bebida alcohólicas.
Como corolario del debate se dijo que preconizar el consumo de una copa por día, en particular de vino, puede ser aceptable en los países mediterráneos......pero en los países del norte de Europa esto implica un verdadero cambio de los modos de consumo y de los comportamientos, porque allí el consumo se concentra más en los fines de semana y es principalmente de cerveza.
Es difícil que los representantes de la sanidad pública de Suecia apoyen el consumo de 1 a 2 copas de vino por día, porque el alcohol está considerado como un producto aditivo, indicó la Dra. Arhnof.
Publicado por
FI
en
14:27
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Etiquetas:
Salud y vino