Parece que es cierto eso de que las construcciones antiguas son mucho mejores que las modernas, y es por ese motivo que se está buscando volver a ellas para poder crear mejores productos.
Ahora se trata de un trabajo que se esta realizando en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) donde se ha creado un modelo matemático que permite determinar las temperaturas interiores de las bodegas de vino subterráneas.
Esto se puede medir con la ayuda de datos climáticos, las características del terreno y la profundidad del mismo. Este modelo ya se experimentó en bodegas de la Ribera del Duero y han funcionado con éxito y podría servir el modelo para crear bodegas bioclimáticas de bajo consumo.
Lo que se busca con esto es volver a las bodegas subterráneas, porque el suelo tiene la temperatura ideal para la crianza de los vinos, lo cual es una característica muy importante para que un vino sea de buena calidad. Las bodegas aéreas que se han construido últimamente son mucho más costosas y no cuentan con ese sistema.
Por este motivo se busca volver a las bodegas del pasado y con este modelo matemático se sabrá perfectamente el ciclo anual de temperatura del aire en el interior de esas bodegas, que se necesita que no sea mayor a los 18º C.
Parece que todo apunta a volver a las bodegas tradicionales, y a dar la razón a los sabios del pasado, que cuando construían pensaban en cada detalle para lograr los mejores vinos.
