Carbono 14 contra el fraude en los vinos


Los científicos australianos han inventado un método para descubrir los vinos fraudulentos, según un estudio realizado por expertos de la Universidad de Adelaida y de la Australian Nuclear Science and Technology Organization (Organización Australiana de Ciencia y Tecnología Nucleares, ANSTO). El director del equipo, el doctor Graham Jones, del Departamento de Horticultura, Viticultura y Enología de esa Universidad, ha colaborado con el doctor Ewan Lawson y con el doctor Claudio Tuniz de la División de Física de ANSTO para autentificar muestras de vinos utilizando su datación por carbono 14. Y es que, por muy bien que se imite, el líquido dentro de una falsa botella de Vega Sicilia 1970 no va a haber sido elaborado en 1970...

Jones explica que el estudio mostraba que la datación por carbono -método más conocido por su aplicación a la 'Sábana Santa' de Turín y a vestigios antiguos tales como las esculturas de piedra- puede utilizarse asimismo para datar cosechas recientes de vino. Según él, "la detección de aditivos prohibidos y de otras adulteraciones vinícolas es de creciente importancia para la industria".


El método se fundamenta en la medición de las minúsculas cantidades de carbono 14 en elementos que estuvieron en su día en equilibrio con la atmósfera. Incorporadas en el dióxido de carbono, se liberaron cantidades relativamente grandes de carbono 14 como resultado de las pruebas atmosféricas con armas nucleares durante los años 50 y principios de los 60. La captación de este dióxido de carbono atmosférico por las plantas significa que los productos derivados de las mismas pueden ser datados con exactitud.


El doctor Jones afirma que "las cantidades de carbono 14 que se hallan en los elementos de las plantas en fechas determinadas se conocen por los estudios de los anillos de los árboles y por las muestras de dióxido de carbono atmosférico". Y agrega: "En el caso del vino, los azúcares y otros componentes, tales como los compuestos de sabor acumulados en las uvas durante su maduración, contienen esta información sobre su edad. Cuando las uvas han fermentado en vino, esta información es retenida en el alcohol y en muchos otros componentes del vino".


Los niveles de radiocarbono atmosférico aumentaron tras las pruebas nucleares durante la Guerra Fría. En las explosiones de bombas se generaron las partículas eléctricamente neutras, los neutrones, que interactuaron con el nitrógeno atmosférico para formar el radioisótopo de carbono.


El doctor Jones explica un descubrimiento importante, como parte de esta investigación, es que la cantidad de carbono 14 en el hemisferio sur aumentó aproximadamente un año después de que hubiera aumentado en el hemisferio norte. Puesto que el carbono 14 se encuentra en una parte por cada billón o menos de otros isótopos de carbono, precisa unas mediciones extremadamente sensibles. Estas mediciones fueron supervisadas por el Doctor Tuniz y por el doctor Lawson, del grupo del Acelerador de Espectrometría de Masa (AEM) del ANSTO. El AEM es una técnica analítica ultrasensible, basada en la utilización de un acelerador de iones.


La mayor parte de las mediciones de las cosechas coincidieron exactamente con las fechas que figuraban en las etiquetas. Sin embargo, los investigadores prosiguen su trabajo para verificar los resultados de una muestra que arrojaba una discrepancia significativa con respecto a la cosecha impresa en la botella.


El doctor Jones señala que la proporción de carbono 14 a carbono ordinario (carbono 12) en el dióxido de carbono de la atmósfera está disminuyendo hasta el punto en que este método puede volverse inexacto dentro de un periodo de 10 años aproximadamente, a menos que se diseñe un equipo más sensible.