Generalmente imaginamos grandes hectáreas con plantaciones de vides, y de allí las enormes producciones de vinos en gran cantidad. Pues no siempre es así, porque existen las denominadas Bodegas boutique, pequeños establecimientos que producen solamente algunos tipos de vinos y en cantidad limitada.
Estos lugares se concentran más en la producción de cada vino, con paciencia, dedicación y pasión, y para que cada botella que produzcan sea fruto de un trabajo hecho con calidad y originalidad. De allí es que salen vinos que son únicos, y con un sabor particular, lo que lleva a que se los cotice alto en el mercado, ya que no hay muchos ejemplares del mismo vino. Las bodegas boutique apuntan al consumo de lujo, a un grupo de alto poder adquisitivo, ya que son pocas las personas que pueden tener el placer de degustar esos vinos tan particulares.
Los vinos que proceden estas bodegas son también llamados vinos boutique, y son vinos de alta calidad que se producen a pequeña escala.
El hecho de plantar en pequeños territorios nace en Francia, en la ciudad de Bordeaux, hace aproximadamente 20 años, y se denominó vin de garage, debido a que eran vinos que se realizaban en tierras que no estaban originalmente destinadas a eso, en bodegas que no tenían ese fin.
Se considera a una bodega como boutique cuando tiene una capacidad de 100.000 litros. La mayoría de las mismas exportan sus vinos a Europa y Estados Unidos, o los colocan en hoteles cinco estrellas y en vinotecas. Cuando a este tipo de bodegas les va muy bien, generalmente se comienzan a expandir y a incluir tecnología de punta para poder llegar más al mercado. Pero lo importante es el origen de estas bodegas, enfocadas en recolectar buenas cosechas y escoger correctamente los frutos para crear vinos de excelente calidad.
Vía|vinos-orgánicos
