
Me parece que es una ida genial que en lugares existe pero que se debería poner más en práctica porque es muy divertido. Se trata de combinar en un mismo sitio la posibilidad de beber buenos vinos a la vez que se escucha buena música, es una gran combinación y eso es lo que se realizará en la nueva sede de City Winery, en la ciudad de Nueva York.
Abrirá en la noche de Año Nuevo y será con la actuación de la cantante Joan Osborne. En ese sitio se pueden recibir catas privadas y hasta tomar clases sobre cómo se realiza un vino. Michael Dorf es el dueño quien ya tiene este tipo de locales en otros barrios de Nueva York, pero ahora apunta a un público de clases más altas y que estén dispuestos a pagar más por un vino así como ser que prefieran un ambiente más calmo y donde poder escuchar música tranquilos.
Lo que este lugar hace es que restringe mucho el acceso al mismo, permitiendo que solamente las personas que son miembros de un club de vinos puedan entrar a City Winery y por la suma de 50 dólares anuales se vuelven miembros de este lugar.
Es la idea para lograr un lugar bastante privado e íntimo, donde se pueda costear por medio de las entradas al lugar y las compras de vinos el pago a mejores artistas para que toquen su música allí. Parece que algunos van a poder disfrutar de un lugar bastante privilegiado y otros seguiremos en los clásicos bares.
Vía | billboard