Los vinos generosos
Un vino generoso es aquel que posee una graduación alcohólica que va desde los 15 a los 23º y que se ha obtenido mediante sistemas de crianza particulares y específicos que le aportan unas características propias.
Se suelen identificar con los vinos andaluces, aunque en realidad se elaboran también en otras zonas de España.
Para la elaboración de un vino generoso se parte de un vino pálido, ligero, muy amplio y con una graduación alcohólica que no supere los 10º C. La selección de este vino base se suele realizar durante los primeros días del mes de enero posterior a la vendimia.
El procedimiento de crianza varía según el tipo de generoso que sea:
Finos: son procedentes de vinos pálidos y ligeros.
Olorosos: nacen del encabezado inicial de vinos bases con más color y algo más de cuerpo. Su graduación alcohólica oscila entre los 18 y 19º C.
Amontillados: proceden del encabezamiento de vinos finos cuyho color ha evolucionado. Por ende, son vinos finos cuya correcta evolución se ha visto alterada por alguna razón. Oscilan entre los 19 y 20º C de graduación alcohólica.
El resto de los vinos generosos (manzanilla, palo cortado, pálido, raya y más) proceden de las distintas calidades de estos tres tipos, o también pueden ser producto de la mezcla con vinos dulces.