Seguro que más de una vez han abierto una botella de vino tinto y no terminaron de beberla. A veces se decide beberla al otro día, pero otras se opta por guardar ese vino y consumirlo unos días después. Ahora bien, ¿cuánto tiempo podemos guardar ese vino sin que se eche a perder?
Varios factores están en juego a la hora de conservar un vino que ya fue abierto. El primero es la calidad del vino. Los tintos ligeros, tales como Gamay y Pinot Noir (incluyendo rojo Borgoña), no duran demasiado después de abiertos debido entre otros factores a que contienen menos taninos.
Son los vinos con más cuerpo -con más taninos como el cabernet sauvignon, merlot y syrah- los que se pueden conservar durante unos días.
La longevidad de una botella no solo depende de los taninos, sino de la calidad del vino en general, y en algunos casos el vino después de estar algunos días mejora.
La conservación también depende de cómo queda el vino en la botella, cuanto menos aire quede en la botella más tiempo se conservará.
Otro factor importante es la temperatura. El refrigerador es el mejor lugar, no importa si el vino es blanco o tinto, las temperaturas más bajas frenan las reacciones químicas que hacen que el vino se eche a perder. Un buen cabernet a medio terminar puede sobrevivir muy bien hasta dos semanas en la nevera.
Recuerda retirarlo una hora antes para que llegue a la temperatura ideal de consumo.
