Los vinos, verdaderos tesoros de los grandes restaurantes
Puertas blindadas, alarmas, acceso restringido y rigurosamente controlado, no estoy refiriéndome a un banco, sino a algunas de las bodegas de los grandes restaurantes del mundo, en las que se guardan las botellas de los más reputados vinos, Pétrus, Yquem o Romanée Conti.
Estas medidas usualmente son eficaces, pero no siempre. La noche del 14 de julio el restaurante parisino Carré des Feuillants (dos estrellas Michelin), fue `saqueado`, 260 de sus valiosas botellas desaparecieron. Finalmente el ladrón fue capturado y los vinos pudieron ser recuperados, pero no siempre es así, supongo que es por eso que toman tantas medidas para cuidar sus bodegas.
En estas bodegas se suelen guardar botellas que valen varios miles de euros cada una, que esperan a que un comensal las rescate de la oscuridad para ver la luz unos minutos antes de ser descorchadas y bebidas.
El restaurante parisino La Tour d’Argent (una estrella Michelin) posee la mayor bodega de Europa: 400.000 botellas y 14.000 referencias en 1.300 m2 repartidos en dos niveles.
Está protegida por puertas blindadas, tiene un acceso único y uno o dos agentes de seguridad se añaden a los dos bodegueros que se ocupan de ella permanentemente.
Al sanctasanctórum de la bodega sólo se puede entrar con dos llaves diferentes, en ese espacio envejecen unas 80.000 botellas de los más prestigiosos vinos: Lafite-Rothschild, Yquem, vieux Vouvray 1947 junto con Pétrus o Romanée Conti, vendidas entre 15.000 y 19.000 euros en la carta del restaurante.
La bodega del restaurante Le Cinq (dos estrellas Michelin) del hotel George V de París también está bien cuidada. Cavada a 15 metros de profundidad, se accede a ella a través de un ascensor equipado de cámaras de vigilancia. Cuenta con 45.000 botellas, las cuales son inventariadas mes a mes.
En el restaurante l’Ambroisie (tres estrellas), situado en la plaza de los Vosges, la bodega tiene un acceso único, puertas blindadas y alarma, además la bodega no puede ser visitada, ni siquiera por el personal.
En esta bodega los botelleros están numerados y no etiquetados, y los más grandes caldos se guardan repartidos en toda la bodega, para confundir a los ladrones.
El Relais Bernard Loiseau (tres estrellas) de Saulieu (Borgoña), cuenta con llaves, portero eléctrico y múltiples puertas. El 80% de los vinos son Borgoña.
Publicado por
FI
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7:44
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Curiosidades