Aprende a catar un vino
El vino no es una bebida que simplemente te metes en la boca, la tragas y ya. El buen bebedor de vinos disfruta de ese momento, lo toma casi como una expresión artística y encuentra un gran placer en el simple acto de beber una copa de vino. Si estas leyendo esto seguramente es porque te gustan los vinos, pero debes saber que hay algunos elementos fundamentales para saber apreciar las virtudes de un buen vino.
Aprender a catar un vino lleva su tiempo. No es una tarea fácil, con el tiempo podrás entrenar tu paladar y poco a poco aprenderás los conceptos básicos de la cata. Los mismos que manejan con gran experiencia los catadores profesionales.
Pasos a seguir en una cata de vinos:
Antes que nada tienes que hacer la degustación en un lugar con buena luz y libre de olores que puedan interferir con el aroma del vino. No debes fumar ni usar perfume y tampoco se recomienda hacerlo en la cocina. Cualquier olor externo te limitará en la correcta apreciación del vino.
Lo primero que se hace después de servir el vino en una copa, es observarlo. No esperes encontrar ningún secreto en esta etapa, sólo los expertos pueden sacar alguna conclusión certera en este paso. Pero si eres un novato en la cata de vinos no te desanimes y no dejes de hacerlo, con el tiempo lograrás identificar algunas características de los vinos.
Para observar el cuerpo del vino, mueve la copa levemente en forma circular. Si ves que el vino se adhiere a las paredes de la copa lentamente se trata de un vino con buen cuerpo.
Antes de beberlo, se perciben sus aromas. Los aromas del vino se dividen en primarios, secundarios y terciarios. Mete la nariz adentro de la copa y trata de identificar el aroma. Fíjate si te recuerda a alguna fruta, hierba, especia, café o lo que sea que el olor te sugiera. No te preocupes si lo único que sientes es olor a vino, con la práctica irás mejorando.
Y finalmente llega el momento esperado. Bebe un trago pequeño y esparce el vino por toda tu boca. Sentirás los sabores dulces en la punta de la lengua, los ácidos a los lados y en el fondo de la lengua, los amargos.
F: elgrancatador