En primer lugar, nos encontramos con los taninos. Ellos provienen de las semillas, piel, y tallos de las uvas, y son actores muy importantes para elaborar vino, ya que se comportan como preservativos naturales.
En segundo lugar, tenemos a la acidez de los vinos. Ésta se puede sentir al frente y a los lados de la lengua. Sentimos esto al catar un vino porque ellos necesitan un cierto grado de acidez para concentrar su sabor.
En tercer lugar, nos encontramos con el alcohol. Éste componente es de gran importancia, ya que un vino sin alcohol sería nada más que un jugo de uvas. El alcohol se produce mediante la fermentación de los azúcares naturales de las uvas utilizando levaduras.
En cuarto lugar, se considera que el grado de azúcar incide directamente en el sabor del vino. El azúcar es un producto residual en el proceso de fermentación. O sea, cuanto mayor azúcar residual contenga un vino, éste será más dulce.
En quinto lugar, nos encontramos con el roble, ya que éste es un elemento esencial del vino, porque la mayoría de los vinos se maduran o se fermentan en barricas de roble. De esta manera, el sabor del vino se ve afectado por el roble en el que se madura. El roble, le da al vino un sabor acaramelado.
En sexto lugar, la levadura, que es la causa principal de los sabores que se presentan en los vinos, ya que en ciertos casos puede añadir un sabor a pan recién horneado.
Por último, y de especial importancia también, el sabor. Obviamente el sabor del vino se relaciona muy particularmente con las variedades de uva que se estén utilizando.
Muy bien, creo que de esta manera, vamos a poder manejarnos mejor a la hora de catar un vino y apreciar sus increíbles cualidades. Suerte.
Vía| agrotropical
