Cata a ciegas: un juego entretenido
La cata a ciegas simplemente consiste en demostrar que tan “educado” está nuestro paladar para reconocer los vinos sin necesidad de ver su etiqueta. Es más que nada un ejercicio lúdico, pero ¿tiene alguna ventaja conocer la identidad de un vino solo por su sabor? Si bien hay expertos que sostienen que el contexto también importa, creo que no viene al caso para este juego. Solo necesitas reunir algunos amigos que les guste el vino (¿y a quién no?) y probar hacer un concurso de cata a ciegas.
Los más inexperientes pueden probar con distinguir a ciegas entre un vino tinto, un blanco y un rosado, y el juego se puede poner gradualmente más complejo, reconociendo las particularidades de cada uno. Los que sepan un poco más pueden probar con distinguir si es un Cabernet Sauvignon, un Merlot o un Tannat, por ejemplo.
El juego puede crecer en dificultad dependiendo de los participantes y su experiencia. Algunos pueden llegar a distinguir cosechas, aunque para llegar a ese nivel se precisan años de entrenamiento. A continuación te damos algunos consejos para realizar un concurso de cata a ciegas con tus amigos:
1- Elegir un tema: No conviene abrir las botellas al azar para adivinarlas, ya que es más divertido si se delimita el tema concreto de la cata. Por ejemplo, un tema puede ser “tintos de 2001 a 2004″. Determinar si se piensa adivinar la región de donde viene, el año de cosecha o el tipo de uva. El motivo de la cita puede variar en las distintas catas, lo que daría continuidad a las reuniones.
2- Seleccionar bien los vinos: Recordemos que ante todo esto es un juego, por lo que la idea no es hacer perder al otro, sino divertirse entre todos. Es más divertido si los vinos están bien caracterizados, siendo latente su distinción. Lo mejor es elegir vinos de calidad (un vino barato no es tan distinguible) para facilitar su reconocimiento.
3- Ocultar las botellas: Siempre alguien querrá hacer trampa, como en todo juego. Si quieres organizar esto bien, lo mejor es envolver los vinos en una bolsa de papel o papel de aluminio, para que no se vea la etiqueta. También oculte o saque las cápsulas de la boca de la botella para que no se vea ningún dato del vino. La otra opción es vendar los ojos del participante en caso de que la vista del vino pueda delatar su clase.
4- El orden de la cata: Es la decisión más complicada que debe tomar el organizador, ya que es prácticamente imposible que los vinos no se vean perjudicados por el orden en que son servidos. Para ser lo más justos posible, lo mejor es servir los vinos más ligeros, los más jóvenes y menos aromáticos al principio y los vinos más corpulentos, más maduros y más aromáticos al final. Luego de la selección enumerar las botellas y guardar en un papel (que solo uno conozca) los datos de las botellas.
5- El procedimiento de la cata: La formalidad dependerá de si el grupo de amigos es muy estricto o no. Y si hay apuestas de peso mediante. Lo que es muy probable es que nos encontremos con muchas sorpresas durante la cata: no sería raro que descubramos que un vino que no esté entre nuestros favoritos sea el que nos resulte mejor! O peor: que el que considerábamos nuestro vino preferido lo coloquemos en un lugar no tan bueno.
De cualquier forma, es una experiencia que se recomienda, porque en el juego se aprende mucho sobre uno y sus gustos, además de que aprendemos a conocer mejor el mundo del vino.
Vía | 7decop@s
Publicado por
FI
en
20:30
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Etiquetas:
Enología