Nueva normativa en las etiquetas


El crecimiento de las tasas de obesidad en los países europeos ha impulsado la modificación en la información que deberá incluirse en las etiquetas de los vinos. La CE determinó que las etiquetas de los alimentos deberán incluir en la parte frontal de los envases cuántas calorías, azúcar, sal y grasas. Los vinos deberán incluír solamente las calorías.

Esta nueva normativa fue presentada como proyecto de la Comisión Europea y designa reglas generales sobre el etiquetado de alimentos y la información de su contenido nutricional. Se creó con la intención de que los consumidores tengan más herramientas para elegir sus alimentos y saber cuál es el producto que más le conviene al cliente para una dieta más sana y equilibrada.

Si bien las bebidas alcohólicas no tendrían que indicar su contenido en sal, azúcar o grasas, sí deberán indicar las calorías que contienen. Aunque esta decisión aún está en discusión. Este proyecto pretende modernizar, simplificar y aclarar las leyes sobre etiquetado, además de homogeneizar las normativas para que la información sea clara y uniforme.


Esta normativa también establece el mínimo de tamaño que debe tener la letra de las aclaraciones, para que la letra chica no sea tan chica que resulte ilegible (como a veces pasa).

Aún no se sabe específicamente qué pasará con el etiquetado del vino y la cerveza, ya que algunos países sostienen que estas normas deberían incluir a la cerveza y no al vino y otros dicen que deberían ser tratados en igualdad de condiciones.

La obesidad es considerada como “el mayor problema de salud al que debe hacer frente la Unión Europea“. Esta regulación en las etiquetas sería “una buena vía para informar al consumidor y hacerle consciente de la repercusión que tienen en su salud las decisiones al comprar comida”, según sostiene el informe de la CE.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), son más de 22 millones los niños obesos o con problemas de sobrepeso en la UE (cuando en el 2005 eran 14 millones). Los problemas de obesidad se han triplicado desde 1980 en la mayoría de los países europeos.

Y este problema necesita urgentemente una solución.

Me parece una idea con muy buenas intenciones. Igualmente considero que a esta altura nadie lee las etiquetas, ya que mucha gente ni siquiera sabe qué significan los datos que se ponen allí. Esperemos que el proyecto esté acompañado por un plan que eduque al consumidor sobre cómo entender estos datos y así la información que sea leída y sirva de algo.

Vía | lugardelvino