Me parece genial que algunos materiales que ya no se usan y que generalmente se mandan directo a la basura sean vistos como posibles materiales para crear nuevos productos. En este caso se trata de la visión de Chris Deffenbaugh, quien vio en un viejo barril de roble de una bodega la posibilidad de convertirlo en un buen botellero para vinos.
De ahí se decidió a realizar eso como un negocio, y se dedica hoy en día a trabajar con materiales que otros tirarían, como ser hojas de sierra, cadenas industriales, pianos rotos, etcétera. Pero su empresa, llamada The Oak Barrel Co., que queda cerca de Ohio, Estados Unidos, se dedica especialmente a crear accesorios a partir de barriles de roble de bodegas o destilerías.
Además, algo que me parece muy interesante de este negocio, aparte de que convierten materiales desechos en bellezas, es que trabajan padre e hijo juntos. El hijo, que es Chris, es el dueño y la fuerza creativa de la empresa, y su padre, que es un arquitecto retirado, aporta sus conocimientos y su experiencia técnica en las áreas de producción.
Dentro de las piezas que más vende creada a partir de barriles de roble se encuentra un banco que tiene un prominente cóncavo asiento, lo que permite estar más cómodos y es una de las 65 piezas que él crea en su negocio. Entre otras se encuentran mesas ratonas, mesa para el café, sillas, entre otras.
Dice el dueño que en general esos barriles están a la venta o por tirar porque tienen pequeñas roturas que llevarían a pérdidas del líquido espirituoso. Él las arregla y les da otro uso, algo que beneficia también al medio ambiente. Un gran negocio que esta realizado claramente con creatividad y mucha dedicación.
Vía | nwitimes
