Vino blanco espumoso


Los vinos con burbujas se asocian con fiestas y celebraciones, se podría decir que no pueden faltar en ningún festejo, hoy vamos a conocer un poco más sobre los espumantes blancos.

Tienen una mayor acidez, sabor más delicado, un cosquilleo único en el paladar y una graduación de alcohol más baja que la mayoría de los vinos de mesa.

Su proceso de elaboración es más complicado que el de los vinos tranquilos, pero, las técnicas modernas de producción han llevado a que los vinos espumosos sean más asequibles y accesibles para todo el mundo.

El éxito temprano la elaboración de vinos espumosos en la zona francesa de Champagne hizo que este nombre se volviera famoso, a tal punto de que “champagne” ha pasado a transformarse en una descripción genérica para los vinos espumosos. Cabe destacar que la denominación Champagne tiene algunas de las normas más estrictas para el cultivo, producción y etiquetado de cualquier área, en todo el mundo del vino.

Los vinos espumosos se elaboran a partir de muchos tipos de uva, aunque tres de los más utilizados son: Chardonnay, Pinot Noir y Pimot Meunier, dependiendo de la cantidad de tiempo que el mosto pase con el hollejo (cáscara), así como la cantidad de uvas que se usen de cada color y la cantidad de taninos presentes en los vinos, se obtendrá un vino espumoso blanco, rosado o tinto.

La mayor parte de los vinos espumantes se hacen con una mezcla de Chardonnay y Pinot Noir, por ejemplo 60%/40%. Los champanes Blanc de blanc (blanco de blanco) son 100% chardonnay.

El champán Blanc de noir (blanco de negro) se hace al 100% con Pinot Noir o uvas tintas, usando una presión rápida, de manera que el color blanco de la pulpa no se manche con la cáscara.

Las uvas con las que se elabora son:

• Chardonnay: es una uva blanca
• Pinot Noir es una uva tinta de pulpa blanca
• Pinot Meunier otra uva tinta de pulpa blanca