
Para catar un vino lo primero que debes hacer es comprobar su temperatura, la ideal dependerá del tipo de vino que estés catando, no será igual para los blancos, rosados o tintos.
El lugar donde realices la cata debe tener buena luz y aireación y debes utilizar una copa de cristal fino y transparente, que permita ver el vino.
Debes llenar la copa sólo en un tercio e inclinar la copa sobre un fondo blanco, para ver el color y la intensidad del mismo. Haz girar la copa y verás que se forman una gotas que caen por las paredes interiores del cristal, la forma nos hablará del cuerpo y textura.
Sostén la copa en el pie y acerca lo más que puedas tu nariz al borde de la copa. Inhala profundamente para percibir sus aromas. Haz girar la copa para liberar los compuestos aromáticos y compáralos con otros olores conocidos: frutas, maderas, etc.
Es el momento de probar el sabor del vino; toma un sorbo para impregnar toda la lengua y el interior de la boca, aspirá una pequeña cantidad de aire, hacé girar el vino dentro de la boca, como si hicieras pequeños buches.