La presencia femenina en la evolución de vino
La inclusión de las mujeres en el mundo del trabajo cuenta con su historia, pero hay lugares tradicionalmente ‘masculinos’ que paulatinamente han hecho un lugar para las mujeres, las cuales con paso firme y seguro se han hecho historia.
El mundo del vino ha sido por tradición masculino, pero esta consideración está cambiando con la irrupción de importantes referentes femeninos.
La aparición histórica de la mujer en el vino tiene sus primeras referencias en Francia, en donde las mujeres buscaron su propio hueco en un segmento de mercado masculino.
Nicole Barbe Ponsardín fue una de las primeras referentes. Era la esposa de Cliquot y luego de la muerte de éste forjó la marca comercial de Champagne más importante de la historia. Uno de los aportes más importantes de Nicole fue la mejora de método champenoise empleado por Pierre Perignon, fue ella quien ideó el degüelle como solución para retirar los restos fermentativos que permanecían en la botella. En la actualidad aún se emplea el degüello de las botellas de vinos espumosos.
Otro referente, también impulsora del mundo del champage, fue Jeanne Alexandrine Pommery, quien fomento el consumo de los champagnes brut (sin azúcares añadidos). Fue una verdadera visionaria en una época en la que los licores de expedición con los que se rellenaban los espumosos tras el degüello estaban llenos de azúcares que llevaban a la pérdida del sabor original de esta bebida.
Otros mujeres de relevancia histórica son Mathilde Perrier (Laurent-Perrier), Elisabeth Salmon (Billecart-Salmon) o Elisabeth Bollinger (Bollinger), todas ellas ‘grandes damas del Champagne’ y todas ellas viudas.