El vino, que es uno de los componentes principales de la dieta mediterránea y la cual es considerada una de las más saludables en la actualidad, presenta grandes beneficios para la salud.
Aquí te presentamos los beneficios que el consumo moderado de esta bebida te puede aportar:
Favorece el sistema circulatorio pues inhibe la formación de trombos previniendo enfermedades cardiacas.
Disminuye el colesterol malo (LDL) e incrementa el colesterol bueno (HDL).
Debido a la presencia de antioxidantes previene el envejecimiento brindando longevidad a sus consumidores.
Reduce la incidencia de diabetes.
Ayuda a la digestión, en particular la digestión de proteínas por lo que se recomienda al comer carnes, pescados y quesos.
Algunos usos que se le pueden dar al vino son:
Culinarios. Muy popular en la cocina de países mediterráneos, esta bebida puede ser utilizada para preparar salsas; como vinagre en ensaladas, sopas y guisados; y para marinar carnes.
Como medicina. El vino puede ser utilizado como sedante y tranquilizante para el sistema nervioso central.
Para elaborar productos cosméticos que tonifican la piel gracias a sus propiedades antioxidantes.
Para preparar otras bebidas tales como ponches, sangrías y la famosa bebida Glühwein la cual es vino caliente con especias, consumido principalmente en países europeos durante el invierno.
Con fines religiosos. En las religiones cristiana y católica se utiliza en ceremonias como la misa.
Los vinos generalmente se clasifican en blancos, tintos y rosados, sin embargo es el tinto el que se utiliza más.
Por último es importante enfatizar que un exceso en su consumo definitivamente es perjudicial y que no debe sobrepasar de una copa diaria en mujeres y dos en hombres pues esto podría ocasionar aumento de peso y riesgo de cáncer, junto con otros problemas de salud.
