10 etiquetas que vale la pena comprar


Los importados volvieron con todo. El mercado ofrece más de mil etiquetas de diferentes orígenes y, en muchos casos, a precios accesibles.

Durante buena parte de la última década se había transformado en una odisea encontrar (y pagar) un buen vino importado en Argentina. Pero esos tiempos quedaron atrás. Hoy podes encontrar vinos de todo el mundo y lo más interesante es que no hace falta patinarse el sueldo: la oferta arranca desde los $45 por un típico Tempranillo español.

Tras la debacle de 2001 cualquier producto importado pasó a ser un lujo. Así fuese un vinito de cinco dólares, un importador, para cubrir los costos, fletes y encima tener ganancias, debía mínimamente cuatriplicar su precio, algo que lo dejaba en desventaja a la hora de competir con los vinos nacionales. ¿Quien podía estar interesado en encarar un negocio con un producto tan difícil de vender?

Ahora la cosa cambió. Con una Europa en crisis, muchas bodegas están liberando stock. Tiempo atrás, un château francés, por ejemplo, prefería guardarse una partida de botellas para venderlas más caras en el futuro. Hoy no es así: hay más oferta y eso redunda en precios más accesibles. La situación también cambió localmente: la inflación hizo que los vinos locales hayan aumentado un 20% en el último año, según fuentes del mercado. Así, la diferencia entre una botella argentina y una foránea se achicó.

Todo este contexto llevó a que los grandes grupos de bodegas con representaciones locales comenzaran a traer productos de su portfolio que antes traían a cuentagotas. Es el caso de Colomé, con los vinos estadounidenses de Hess Familiy; Séptima con los españoles Codorniú y Lutecia Americas con los chilenos Montes Alpha, entre otros.

COMPRARLE A LOS IMPORTADORES
Lo más novedoso es que han surgido también un puñado de importadores, como La Cava Escondida, Cinqueterre y 7 Spirits, que trabajan con una estructura pequeña que les permite bajar costos: operan desde una oficina con un depósito refrigerado, sin local a la calle. Por ejemplo Santiago Uman, de La Cava Escondida, cuenta con la representación exclusiva de unas 90 bodegas europeas de primera línea y ha desarrollado un modelo de negocio que asegura la trazabilidad de cada una de las botellas que comercializa.

Estas Pymes no se estoquean y hacen ventas anticipadas y directas a consumidores finales, a precios que llegan a ser hasta 30% más bajos que en vinotecas y supermercados. Basta con registrarte en los sitios web de estas empresas para tener acceso a ellos.

Mientras tanto, el gran referente en el mercado de vinos importados es la vinoteca Grand Cru (Rodríguez Peña 1886, Recoleta). Si bien el local hace foco en la alta gama (¿dónde más vas a conseguir una botella de Petrus de 6 litros?), también tiene ahora algunos importados best buy, sobre todo desde que incorporaron vinos del Nuevo Mundo (Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica). “En tres años, pasamos de tener 300 etiquetas a 500”, informa Nicolás Levy, uno de sus propietarios.

MUCHO MAS QUE UN DATO SNOB
Los vinos importados no son para todos los días, pero sí una buena alternativa para vinos de media / alta gama que hoy cuestan entre 80 y 150 pesos. Si ya conocés las variedades y las etiquetas nacionales, podés poner unos pocos pesos más (y a veces menos) y probar algo nuevo.

Por ejemplo, un Cabernet Sauvignon francés es mucho más delicado que la mayoría de los súper tánicos de acá y te va a marcar la pauta de qué es lo que están buscando los enólogos locales con esta uva. Lo mismo si probás un Sauvignon Blanc de Nueva Zelanda. Esta es, desde hace tres años, la cepa blanca de moda. Y lo que ahora todas las bodegas del mundo buscan es la frescura y el aroma que le aportan los terruños de esa isla fría y húmeda, ideal para la elaboración de esa cepa.

Para el amante del vino, con el paladar acostumbrado al estilo local, el contexto de precios actual le representa la posibilidad de extender la copa más allá de nuestras fronteras. Para guiarte en tus primeras compras de etiquetas importadas, aquí te recomendamos algunas de nuestras favoritas.

CUALES COMPRAR
1. Protocolo 2008 ($45)
Una de las propuestas importadas más económicas en el mercado local. Está elaborado en Castilla por Dominio de Eguren, una bodega pequeña y tradicional, con vinos de alta calidad, como este Tempranillo (la más típica uva española) con aroma a fruta fresca, franco, varietal. Un dato: tiene 89 puntos Parker. Lo conseguís en Jumbo, Ligier o directamente en La Cava Escondida (lacavaescondida.com).

2. Santa Cristina 2009 ($99)
Pocas denominaciones son tan características de la expresión italiana como la Toscana, región de la gran revolución vitivinícola en “la bota” en los años 60. Elaborado por la histórica bodega Antinori (una de las más grandes y antiguas de Italia, desde 1385), este blend de Sangiovesse (típica uva de la zona), Cabernet y Merlot es un fiel representante del terroir. En Jumbo, Ligier y La Cava Escondida.

3. La Vendimia 2008 ($92)
Alvaro Palacios es una especie de Paul Hobbes de España. En la última década revolucionó su enología impulsando la zona del Priorato (limítrofe con Francia, donde se elaboran los vinos más caros del país) y ahora tiene bodegas en todas las regiones. Su logro fue alejarse del Tempranillo tradicional e innovar en estilo vínico e imagen del packaging. Este blend de Tempranillo y Garanacha de Rioja es fresco y joven, pero tiene nervio y carácter. En Jumbo, Ligier y La Cava Escondida.

4. Saint Claire Vicar`s Choice Sauvignon Blanc 2009 ($102,50)
Hasta hace poco, el Sauvignon Blanc era la variedad económica entre los blancos. Si ganó fama y sofisticación, fue gracias a Nueva Zelanda, con un terroir perfecto para elaboración de vinos frescos y aromáticos. El más conocido es el Cloudy Bay. De esa bodega salieron decenas de enólogos que abrieron sus propias bodegas con vinos igual de ricos, como éste. Ni bien giras su tapa a rosca, te invade una expresión aromática arrolladora que luego en boca es pura frescura. En Grand Cru.

5. Artezin Zinfandel 2008 ($157)
Parte del portfolio de vinos del mundo de Donald Hess, comercializados localmente por Colomé. Este vino estadounidense está elaborado con la cepa más representativa de ese país, algo así como para nosotros el Malbec, una variedad redescubierta en los últimos veinte años que da origen a algunos de los vinos más sabrosos de EE.UU. Probalo si te gustan los vinos densos y untuosos. En vinotecas.

6. Glen Carlou Chardonnay 2009 ($108)
Si de Sudáfrica solo te queda el sabor amargo de la última incursión de nuestra selección en el Mundial, dale una oportunidad a este vino. El fuerte de los sudafricanos son los blancos, en este caso un Chardonnay que respeta la definición de los libros: fresco, untuoso y de aromas melosos, sin sobreactuaciones. En vinotecas.

7. Peter Lehmann Shiraz 2008 ($121)
El Shiraz australiano fue uno de los primeros íconos de los vinos del Nuevo Mundo en conquistar el globo. Si descorchas éste vas a entender por qué. Sorprende su complejidad, intensidad y frescura con ese perfil misterioso que siempre leemos del Syrah pera que rara vez encontramos. Sofisticación y elegancia. A partir de vinos como éstos, la vitivinicultura australiana se ubicó entre las más vanguardistas. En vinotecas.

8. Montes Alpha Carmenere 2009 ($125)
Estos vinos estaban entre los más esperados por lo enófilos locales. Pasa que si Chile tiene grandes vinos, son mucho mejores aún cuando los hace Aurelio Montes, el mismo enólogo de la bodega mendocina Kaiken. El grupo Lutecia trae los varietales Chardonnay, Pinot Noir, Syrah, Cabernet Sauvignon. Pero para probar algo diferente, elegí el Carmenere, cepa estandarte y exclusiva de la viticultura trasandina. Con doce meses de barrica, es un vino fácil de entender y degustar, por su complejidad en nariz y suavidad en boca. En vinotecas.

9. Trimbach Riesling 2009 ($140)
En mayor o menor medida, siempre hubo vinos franceses en las góndolas locales, pero nunca había llegado un blanco de Alsacia (frontera con Alemania), como este que se consigue desde hace medio año. Aromas minerales, a caucho, a frutos tropicales. Un vino que en Europa es “de todos los días”, pero acá, por su rareza, es diferente a cualquier otro. En Jumbo, vinotecas o directamente en Cinqueterre (grupocinqueterre.com.ar).

10. Matetic EQ Pinot Noir 2008 ($140)
Esta cepa tan sutil como complicada de cultivar encontró en Chile el clima ideal para dar vinos fantásticos. Influenciados por los aires del Pacifico los viñedos del valle de Leyda imprimen a este vino frescura, matices frutales y esas notas terrosas que caracterizan al Pinot por sobre todas las demás cepas. Genial con una mariscada, como para sentirte en el país trasandino. En Jumbo, vinotecas o en Cinqueterre.

F:planetajoy