Grapas Premium: 7 destilados de alta gama para descubrir


Así como ocurrió con el vodka en las últimas décadas, la grapa ha cambiado radicalmente: el aguardiente de orujo pasó de ser un destilado fuerte y barato, hecho con el sobrante del proceso de la elaboración de vinos, a convertirse en una bebida cara y delicada, para la cual se utilizan materias primas seleccionadas. La cuna de origen de esta tendencia fue Italia, que logró posicionar su destilado emblema en los free shops y los bares más sofisticados del mundo.

Las bodegas argentinas no tardaron en hacerse eco de la movida y suman cada vez más etiquetas al mercado de las grapas Premium. Las propuestas reflejan el carácter de los vinos del nuevo mundo: diferentes varietales, aromas y sabores bien definidos. Así, hoy encontramos grapas de Malbec, Merlot o Cabernet Sauvignon. Estas grapas nada tienen que ver con aquellas ásperas que tomaba tu abuelo hace 50 años, como la recordada Globo o la Toro (de Bodegas Giol).

Ahora estamos hablando de una nueva era para la grapa nacional: la alta gama, con propuestas que apuntan a un segmento de consumidores con el paladar desarrollado y sensible. Resultan atractivas no solo por su producto sino también por su packaging: envases de 500ml, con cuellos muy largos, esmerilados o con ediciones especiales en botellas de diseño.

CRISTALINAS Y BRILLANTES
Estos aromáticos productos rondan los 40 grados de graduación alcohólica y son ideales para después de una comida, como digestivo, para acompañar con el café, chocolates o un buen puro.

Estas aguardientes siglo XXI, en general, buscan ser a la vista cristalinas y brillantes, con aromas frutales intensos, pero no agresivos ni alcohólicos. “Tiene que ser una bebida amable, agradable, tanto en nariz, como en boca y en retrogusto”, describe el maestro Rolando Hilbing, que elabora la línea de grapas Aniapa.

CUALES COMPRAR

1. Aniapa, familiar y multipremiada
Entre quienes marchan al frente de esta tendencia aparece la familia Hilbing, en Mendoza, con su destilería Sol de los Andes. Padre e hijo no solo apostaron a posicionar su producto en el mercado nacional, sino que el año pasado llevaron las muestras al concurso Destilata, en Austria, donde su Cabernet Sauvignon obtuvo la medalla de oro. Ahora acaban de alcanzar la distinción de plata con su blend. Además, la destilería abre sus puertas al turismo para mostrar el proceso de elaboración y explicar los pasos de la degustación de sus cinco tipos de grapas (Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y el blend), obtenidas de orujo de uva recién prensados. ¿Nuestra favorita? La de Cabernet Sauvignon, de aroma intenso, armónico y muy frutal. Su gusto es persistente y hace recordar a la pasa de uva. Precio: entre 110 y 130 pesos.

2. Morada del Duende, joven best buy
Con la impronta de Aniapa, Sol de Los Andes también lanza una versión más joven, a la que ha bautizado Morada del Duende. Viene en un envase más grande (700ml), tiene un paso por barrica, lo que hace que sus aromas recuerden a la vainilla y el chocolate. Es más amable a la boca y fácil de tomar, con cierto toque dulzón, con algo de pasa de uva y madera. Cuesta unos 50 pesos.

3. Bressia Dal Cuore, de autor
Walter Bressia es uno de los enólogos más reconocidos de Mendoza. Hace unos años decidió incorporar un producto diferente. Nació así la grapa Dal Cuore. El mismo hace los cortes de las 2000 botellas que produce cada año. Se elabora a partir de la destilación de orujos fermentados de las variedades Merlot y Sauvignon Blanc, con aromas muy frutados y complejos. En boca se disfruta por su entrada dulce y fresca con un final largo. Su mentor sugiere servirla a entre 6 y 8 grados con hielo o sola, luego de las comidas. Para combinarla, va muy bien con platos elaborados; incluso con sushi o tacos mexicanos. Una buena opción que da Bressia es tomarla como un digestivo, junto al café o con un buen cigarro. Precio: 120 pesos.

4. Norton, orgánica y elegante
Una versión de grapa muy exclusiva es la de bodegas Norton, la primera en su tipo a nivel mundial por ser 100% de Malbec y orgánica. Que su botella sea tan particular y con un diseño top no es casualidad. Es que su enólogo y gerente viajaron a Italia, a un lugar exclusivo de botellas de diseño para grapa y eligieron ésta entre decenas. Está elaborada con orujos de Malbec de Finca La Colonia, en Luján de Cuyo. Son ediciones de 2000 botellas numeradas de calidad Premium añejada durante tres años. Tiene una graduación alcohólica de 40 grados y se produce solamente en añadas con características especiales. Es transparente, brillante, con atractivos aromas frutales y redondez en boca. Se recomienda beberla a una temperatura cercana a los 18ºC sin hielo. Precio: 190 pesos.

5. Sinfin, la más osada
Bodega Sin Fin es otra de las que decidió promocionar su grapa como una bebida con más estilo, delicada y sensual. Nació en 2009, con la idea de contar con un producto sofisticado. En 2010 lanzó una campaña en vía pública y publicidades en revistas con una producción de una modelo que fumaba un puro, mientras bebía su aguardiente ¡Muy sugerente! Esta grapa es elaborada con orujos de una muy cuidada selección de uvas Malbec de la línea de guarda de la bodega. Con 40º de alcohol, es la primera espirituosa que producen y viene en una botella satinada de medio litro. Posee aromas delicados a vainilla, encontramos también notas de té verde, manzana y almendras. En boca es intensa y sus sabores resultan muy agradables. Es fácil de beber, más allá de su alta graduación alcohólica. Muy expresiva, soberbia y elegante, es compañera ideal de postres con chocolate, también se puede fusionar con el café. Precio: 160 pesos.

6. Grapa Rutini, con historia
Bodegas La Rural lanzó su propia grapa Rutini a fines de 2009. La materia prima la seleccionan los enólogos Mariano Di Paola y Paula Witkowski y luego es destilada por un tercero. Más tarde, el equipo de enología de Rutini le da el retoque final a este destilado 100% Malbec. Se la puede describir como muy amable y amena, donde aparece marcada la fruta del varietal. El alcohol no se siente tanto, a pesar de sus 41 grados. Su precio ronda los 200 pesos.

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Aromas que se perciben en los vinos


Si algo resulta importante en la calidad de un vino son sus aromas, los mismos describen una historia de todo el proceso que ha atravesado para llegar a ser ese delicioso producto final.

Sin embargo, cuando hablamos de aromas no debemos confundirlo con el término "olores". Estos últimos se relacionan comúnmente con aquello que resulta desagradable a nuestro olfato y paladar. Determinan fallas en el proceso o, simplemente, la obtención de un producto de baja calidad.

Los aromas de los vinos pueden clasificarse en función del momento en que se incorporan al mismo; pues a lo largo de todo el proceso de fabricación, el producto va sufriendo una serie de cambios que suman valores a lo que será el resultado. Se clasifican en primarios, secundarios y terciarios.

Aromas primarios

Se relacionan con el o los tipos de uvas empleadas para su obtención. Las condiciones de cultivo y cosecha determinarán la existencia de ciertos aromas frutales y vegetales, así como a algunas especias. Es común encontrar destellos de manzanas, peras, fresas, rosas, canela y hasta pimienta.
Aromas secundarios

Se incoporan durante la fermentación, se basan en todos los cambios que sufre debido a la acción de las levaduras. Las cuales, dependiendo del tipo, provocarán efectos diversos. Estos aromas resaltan tonos que semejan el caramelo, los pasteles y los quesos.
Aromas terciarios

Son también conocidos como bouquet. Se desarrollan durante el añejamiento y maduración de los vinos, por lo que pueden recoger detalles aromáticos de la propia madera. Durante su estancia en la botella, logran enfatizar en tonos que recuerdan las nueces, las pieles curadas, café, chocolate y el tabaco.

Los vinos varietales procedentes de uvas Merlot y Cabernet Sauvignon, normalmente resaltan estos aromas que se incoporan durante la crianza.

Resulta verdaderamente complejo e interesante el largo camino que atraviesan estos productos para llegar a nuestra mesa. Con un poco de conocimiento podemos ser testigos presenciales del proceso, solo necesitamos nuestro olfato y paladar.

9 etiquetas que triunfaron afuera y ahora podés probar acá


Estos vinos nacionales son un éxito en el extranjero sin haber pasado jamás por nuestras vinotecas. Algunos ya se pueden conseguir en Buenos Aires.


Así es el fútbol. Los jugadores argentinos emigran de adolescentes y de repente nos enteramos de que hay un tal Lionel Messi que juega en Barcelona. Y es bastante bueno, según dicen.

Así es el vino. Argentina vive un auge exportador y cada tanto escuchamos que una etiqueta que ni conocemos obtiene 93 puntos en Wine Spectator. Y es bastante buena, según dicen.

¿Cuáles son esos vinos de los que habla Robert Parker? ¿En serio son de Mendoza? ¿Cómo puede ser que no los conozca? ¿Los venden en Winery?

No desesperes. Lo que pasa es que muchas bodegas enfocan sus esfuerzos en el mercado externo y venden sus productos en destinos como Estados Unidos, Brasil, Reino Unido y Canadá, por mencionar los principales mercados, hasta China, Vietnam y Costa de Marfil, entre los más exóticos. Y algunos de esos vinos logran consagrarse en las grandes ligas internacionales sin jamás haber pasado por la góndola de Jumbo.

El eco de ese éxito no tarda en llegar a los oídos de los consumidores locales que quieren probarlos. Dos ejemplos de este fenómeno son los ya consagrados Alamos y Trumpeter, que triunfaron en EE.UU. antes de convertirse en marcas exitosas a nivel nacional.

Con ese horizonte en mente, ahora las bodegas exportadoras vuelven a observar el mercado doméstico con buenos ojos. Y, con la chapa obtenida en el extranjero, traen sus premiados vinos a su país de origen.

En esta nota te contamos cuáles son las etiquetas que triunfan en el mundo, cuál es la historia que las llevó a la fama y dónde podés comprarlas sin que sea necesario subirte a un avión.

Latente Malbec 2009 ($24). En el mercado de exportación no todo es altos puntajes. El éxito a veces viene dado por una red de contactos o por el expertise de un empresario. Ese es el caso de Latante, la marca que Francisco Pannocchia desarrolla desde 2007. Pannocchia trabajó en varias bodegas de primer nivel en el área de Comercio Exterior y hoy vende sus vinos en Estados Unidos, México y China. En el mercado doméstico se ven en algunos restaurantes, como Doppio Zero o Brando. También se consiguen en la ciudad de La Plata. Es un vino frutado, con estructura y boca amable. La relación calidad precio es muy buena. El Cabernet Sauvignon Reserva también vale la pena.

Lamadrid Malbec 2009 ($46). Esta bodega, con etiquetas surrealistas, representa otro modelo de éxito exportador. La empresa es una sociedad perfecta. Comercialmente está manejada por Guillermo García Lamadrid, un hombre que fue enviado desde Cuba a Miami con 11 años de edad y que con los años construyó una distribuidora de alimentos en el Caribe y en EE.UU. Sus vinos los elabora Héctor Durigutti, el enólogo argentino que más puntajes internacionales lleva acumulados en su carrera. El estilo frutal y directo de sus tintos conquistaron el mercado norteamericano en poco tiempo, mientras que hoy ganan presencia en la góndola nacional en restaurantes y vinotecas. Probá también el Lamadrid Malbec Gran Reserva (2005, $110), o su flamante Cabernet Franc Reserva (2007, $66).

Altocedro Malbec Año Cero 2010 ($42). La historia de esta bodega es típica del fenómeno que contamos. Karim Mussi Safie es un joven enólogo que, a comienzos de la década pasada, en una bodega vieja La Consulta, empezó su proyecto con la prioridad de asegurar la calidad de su producto. Consiguió un buen viñedo de Malbec, acondicionó unas piletas y elaboró la primera vendimia en 2004 con unos pocos pesos propios y otros prestados. Tres años después, sus vinos sacaban 91 puntos en Wine Spectator y comenzaba una carrera que lo llevaría a hacer crecer su negocio. Hoy, concentra sus ventas en Estados Unidos y su línea se completa con Altocedro Reserva Malbec (2008, $75) y Altocedro Tempranillo (2010, $42), además de Desnudos, el ícono de la casa. En nuestro país se lo consigue en el sitio especializado sietespirits.com.

Tempus Alba Malbec 2009 ($62). La bodega de la familia Biondolillo es conocida por dos motivos: su proyecto de selección genética de Malbec y sus excelentes vinos. La genética la dejamos para otra vez, para concentrarnos en sus vinos, que desde la primera vendimia en 2003 no se han dejado de exportar. Tempus Alba conquistó primero el mercado externo –son fuertes EE.UU., Brasil y ahora China, su principal comprador de alta gama- y luego en el mercado doméstico. En estos años, la casa cimentó su prestigio con base a vinos expresivos, elegantes y con buena estructura. Su Malbec es el hit, con ocho meses de crianza, pero también conviene ponerle el ojo al Tempranillo (2009, $62). Suelen estar entre los top cada vez que se realiza un concurso o alcanzan los 90 puntos de Robert Parker. En Buenos Aires, por suerte, cada vez es más fácil conseguirlos en vinotecas especializadas.

Manos Negras Malbec 2006 ($76). Proyecto de cuatro emprendedores vinculados al vino de exportación: Jeff Mausbach (ex Wine Education Director en Catena), el agrónomo Alejandro Sejanovich (ex Catena) y de los enólogos neocelandeses Jason Mabbett (ex Escorihuela y Rutini) y Duncan Killiner (consultor). Su red de relaciones les ha abierto las puertas del mercado. La marca rinde homenaje a la gente que elabora el vino con sus propias manos, de ahí el nombre y la imagen de la etiqueta. Elaboran un Torrontés de San Juan (2009, $48) y un Pinot Noir de Patagonia (2008, $76). El Malbec está elaborado con uvas de Altamira, Valle de Uco. En la ciudad se lo consegue en algunas vinotecas y restaurantes, como Aldo’s, del sommelier Aldo Graziani, en San Telmo.

Perpetuum Merlot 2008 ($78). Giménez Riili es una bodega de larga trayectoria en nuestro país que, en los últimos años, se enfocó especialmente en la exportación. Está ubicada en Vista Flores, Tunuyán, al pie de la cordillera. Sus viñedos están en las principales zonas de Mendoza –Valle de Uco y Maipú- y elaboran vinos de un estilo que marcha a caballo de los modernos y los clásicos. Que uno de sus productos más famosos sea Merlot ya da la nota: un tinto aromáticamente rico, cargado de tintas, con una acidez refrescante. En eso, los seis meses de roble colaboran. También su Torrontés Riojano (2010, $60) es famoso, lo mismo que el Malbec Reserva (2007, $252). En la ciudad, recién ahora se los ve en vinotecas, de la mano de la pequeña distribuidora Los Pasos.

La Mascota Cabernet Sauvignon 2009 ($80). El nombre de esta línea de vinos de Bodega Santa Ana no responde a ningún animal. La Mascota se llama el viñedo insignia de la casa y está ubicado en Cruz de Piedra en Maipú, Mendoza, cuna de los grandes Cabs argentinos, algo que este vino ha demostrado ampliamente, ya que siempre está entre los primeros puestos en cualquier cata nacional e internacional. La bodega elabora unas 80.000 botellas, cuyos principales destinos son Holanda, Dinamarca y Suiza, a los que se suma Brasil. Está disponible en la carta del famoso restaurante Fat Duck, en Londres, pero en nuestro mercado lo vas a conseguir sólo en algunas vinotecas especializadas. Sabemos que está en “La Estación de Vinos”, La Lucila, y sino, por venta directa llamando al 5198-8022.

Benmarco Cabernet Sauvignon 2008 ($100). Dominio del Plata elabora este vino en el corazón de Agrelo, Luján de Cuyo, y es un caso ejemplar de éxito exportador. Partiendo de que la enóloga Susana Balbo –socia propietaria- fue durante 2009 presidente de Wines of Argentina (entidad que nuclea a las bodegas que venden afuera), está claro que su voluntad es conquistar el mundo. Desde su nacimiento a fines de la década del 90, sus vinos se afianzaron especialmente en el mercado norteamericano. Etiqueta mimada por la prensa especializada –suele rankear con más de 90 puntos-, Benmarco es un tinto de una riqueza difícil de igualar, con una boca jugosa y largamente refrescante. De la misma bodega, buscá el fragante Críos de Susana B Torrontés (2010, $60). Acá se lo consigue en muy pocos restaurantes y vinotecas especializadas.

Trez Malbec 2007 ($120). Nacida del sueño de tres CEO’s dedicados cada uno a su manera al comercio exterior –Esteban Zombory, Jorge Ramírez y Roberto Timms-, Bodega Deumayen ya hizo pie en difíciles mercados como Suiza y Reino Unido, mientras gana terreno en EE.UU. luego de obtener 92 puntos Parker. Recién llegado al país, Trez Malbec es un tinto profundo, de estructura lograda y taninos redondos, que deja la boca con un sabroso final frutal. Se lo consigue en un puñado de vinotecas, entre las que están Lo de Joaquín Alberdi, El Pireo y Borbore.

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El vino tinto es beneficioso para la vista


Si, otra nueva propiedad beneficiosa se suma a la larga lista del consumo moderado de vino tinto, creo que ya nadie puede negar que es bueno para la salud.

En esta oportunidad los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington descubrieron un ingrediente del vino tinto, que también se encuentra en las uvas, los arándanos y otras plantas, el cual podría prevenir algunas enfermedades de vista derivadas de vasos sanguíneos dañados en la retina.

Al parecer sus efectos contra el envejecimiento podrían servir para nuevas terapias destinadas a enfermedades que pueden generar ceguera, como la retinopatía diabética, o la degeneración macular relacionada con la edad.

Por ahora la investigación está siendo exitosamente aplicada en ratones, así que dentro de poco sabremos si también es aplicable a humanos, mientras tanto habrá que esperar bebiendo una copita de vino, después de todo mal no nos va a hacer.

Fuente: elgrancatador.com

Los 10 whiskies más caros del mundo


¿Cuáles son las etiquetas más codiciadas en el mundo? Este es el top ten de whiskies más caros del planeta.

¿Pagarías 160.000 dólares por una botella de whisky? Algunas personas están dispuestas a sacar de su billetera eso y mucho más. Al menos eso es lo que creen en ciertas tiendas, donde esta noble bebida cotiza en alza. ¿Cuáles son las etiquetas más codiciadas en el mundo? Según el sitio Soho, este es el top ten de whiskies más caros del mundo.

1. The Macallan Cire Perdue de Lalique
Beber el whisky más exlusivo tiene su precio. Existe una única botella en el mundo de 1,5 litros, de 64 años, diseñada por la prestigiosa cristalería Lalique, para conmemorar los 150 años de nacimiento de su fundador. ¿Cuánto cuesta? La friolera de 460.000 dólares.

2. Dalmore 64 Trinitas
Como lo sugiere el Trinitas en su nombre, solo se crearon tres botellas de este whisky y su contenido es tan fino que algunas de sus destilaciones fueron maduradas por más de 140 años. Precio: 160.100 dólares.

3. Pure Pot Still Whisky 25 años
Aparte de su precio, lo más impresionante de este whisky no es su edad, de 25 años, sino que fue una de las últimas botellas producidas por la destilería irlandesa Nun’s Island, que cerró sus puertas en 1913. Precio: 143.000 dólares.

4. The Macallan 1926
De Speyside, la notella fue vendida a la casa de subastas Christie's en Nueva York, en 2007, a 75.000 dólares, conviertiendose en una de las botellas más caras jamás vendidas.

5. W & J Mutter’s Bowmore (1850)
Desde 1850, cuando William Mutter vendió su participación en la destilería que produjo este whisky, la botella pasó de generación en generación dentro de su familia. Hasta el día de hoy, que cotiza 60.135 dólares.

6. The Dalmore 62
Este single malt escocés fue una de las 12 únicas botellas producidas por la destilería Dalmore en 1943. Fue vendida en una subasta a un comprador anónimo a 58.000 dólares. Cuenta la leyenda que esta persona ha sido la única, junto a cinco de sus amigos, en probar este destilado.

7. Dalmore Oculus
Cuesta 46.600 dólares. ¿A qué debe su precio? Solo existe una botella de cristal de Baccarat que contiene este whisky, hecho con maltas maduradas desde 1868.

8. Glenavon Special Liqueur Whisky
Uno de los whiskies más singulares, por su hoistoria. No se conoce su edad exacta, porque la destilería Glenavon dejó de funcionar en 1850. Se estima, sin embargo, que fue embotellado hace más de 150 años. Precio: 28.900 dólares.

9. Glenfiddich Rare Collection 1937
Esta botella de 750 ml es la única que existe de este destilado, fue embotellada exclusivamente para cumplir con las normas de importación de los Estados Unidos, a comienzos del siglo pasado. Precio: 20.000 dólares.

10. Dalmore Selene
Este Dalmore tiene 58 años de edad y fue extraído de barriles de 1781 y 1782. Solo existen 30 botellas de este whisky en el mundo. Cuesta 18.750 dólares.

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El enoturismo se expande en la Argentina y se transforma en una herramienta clave para fidelizar clientes


En el país hay más de 160 bodegas, repartidas en ocho provincias, que reciben a los turistas para transmitir su cultura y sus tradiciones
Por Dolores Lavaque de Velasco, directora de la Consultora Stg



El enoturismo es un componente importante tanto para la industria del vino como para la del turismo. El vino y el turismo han estado íntimamente conectados por años, pero fue recién en el último tiempo que esta relación ha sido reconocida por los gobiernos provinciales y nacionales, sus entidades, investigadores y hasta las industrias del vino y del turismo en sí mismas.

Para la industria del turismo, el vino es un elemento muy atractivo a la hora de elegir un destino, lo que lo convierte en un factor muy significativo de motivación para los visitantes.

Para la industria del vino, el enoturismo es fundamental para construir una relación directa con consumidores, quienes pueden experimentar de primera mano el romance con las uvas. Además, para algunas bodegas es una fuente de venta directa esencial para su facturación.

En palabras de Jancis Robinson, una reconocida crítica británica de vinos que pertenece a la Orden del Imperio Británico Master of Wine: "El enoturismo está creciendo de una manera muy importante. Por varios siglos, ni siquiera los comerciantes del vino viajaban, pero hoy hay muchos miembros del público en general deliberando hacer travesías para explorar una región vitivinícola o regiones vitivinícolas. Esto es, en parte, un reflejo del creciente interés por ambos, el vino y la posibilidad de viajar al exterior, pero también porque la mayoría de las regiones vitivinícolas y muchos establecimientos productores se encuentran en lugares atractivos. Los viñedos tienden a ser estéticamente complacientes en todos los casos y el tipo de clima en el que se produce vino es muy agradable durante la mayor parte del año. Tener el control con este formato de especialistas agricultores y habitantes urbanos requiere de una comuna con una naturaleza privilegiada y, generalmente, admirada por conocedores. Y, además, existe la posibilidad de degustar y comprar vinos directamente de la fuente, probablemente a precios interesantes, y rarezas exclusivas."

La visita a los viñedos ha formado parte de viajes organizados probablemente desde la antigua Grecia y Roma. Pero no fue hasta mediados del siglo XIX en que el vino pasó a ser motivador específico de viajes en Europa. Varios factores coincidieron en aquel momento.

En primera instancia, la revolución del transporte creada por el desarrollo de las redes ferroviarias, que permitió acceso fácil y rápido.

En segunda instancia, la revolución social en término del crecimiento de una nueva clase media en búsqueda de buenos vinos junto con la aristocracia.

Finalmente, la publicación de la Clasificación de vinos de Gironde en 1855, lo que dio al vino y a las regiones en crecimiento, de manera explícita y oficial, una identidad como destino.

En el Nuevo Mundo, el enoturismo ha pasado a ser significativo. En California, Napa Valley es el principal atractivo para el turismo, mientras que los viñedos de Nueva York y Ontario, en Canadá, rápidamente se han transformado en atractivos para el turismo.

Australia y Nueva Zelanda, regiones target del enoturismo gracias al alto perfil de sus vinos, como también Estados Unidos y varias regiones de Europa, han utilizado el éxito de sus vinos como una herramienta de marketing para atraer visitantes internacionales. Este es un gran momento para el enoturismo en el mundo.

En Argentina, son más de 160 las bodegas que reciben a los turistas para transmitir su cultura y sus tradiciones. Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén, Río Negro y Córdoba son las 8 provincias que dan asilo a bodegas boutique, industriales, tradicionales y modernas.

Sobre sierras y montañas, se trazan 16 caminos o posibilidades de acceder a hospedajes temáticos, gastronomía de la más alta cocina y servicios enoturísticos de nivel internacional. Como novedad, ahora podemos contar también a Tucumán como una flamante provincia que suma su propio y deslumbrante territorio de los Valles Calchaquíes a los posibles recorridos de los visitantes, con al menos dos o tres bodegas bien representativas de esa provincia.

Los Caminos del Vino en Mendoza
Una de las propuestas enoturísticas argentinas más interesantes son los Caminos del Vino, que recorren las zonas vitivinícolas mendocinas e invitan a disfrutar de un universo lleno de sensaciones, donde el vino es el hilo conductor.

A las tradicionales visitas guiadas por viñedos y salas de barricas, se incorporaron otras experiencias complementarias: poda y cosecha, clases de cocina, degustación y maridaje, observaciones astronómicas, entre otras más, que hicieron más atractivo y accesible el mundo del vino.

Son 15 las bodegas que ofrecen alojamientos temáticos o posadas que, en su gran mayoría, están asociados a propuestas culinarias de alta cocina. Actualmente, hay 46 restaurantes en las rutas del vino con oferta para todos los niveles y con alternativas tan diferentes como sabrosas.

Conciertos de música clásica o festivales de tango, muestras de arte o fotográficas son expresiones artísticas que están en agenda todo el año. Hay 16 salas de arte y 10 museos de la vid que son muestras permanentes.

Las montañas y las sierras son el marco para cualquier actividad al aire libre. Es recomendable recorrer las fincas en motos antiguas, en bicicletas o a caballo, o practicar golf, polo o tenis en alguno de los 7 establecimientos preparados para ello. Quienes buscan tranquilidad y relax, spa relacionados con el vino y actividades entre viñedos pueden ser ideales para distenderse.

En los Caminos del Vino, cada bodega va haciendo a los visitantes protagonistas exclusivos de una experiencia enoturística única e irrepetible, donde el paisaje de montaña acompaña en todo momento y quien guía el recorrido es el gran vino argentino.

Todo este desarrollo se hizo posible gracias a la participación de varios actores, desde las bodegas, hoteles, agencias (guías y comercializadores), los medios de transporte, hasta la oferta gastronómica (restaurantes). Mendoza ha logrado la gran distinción de entrar en el prestigioso grupo de las Great Wine Capitals.

Great Wine Capitals es una red de las 9 mayores ciudades con enoturismo, tanto en el hemisferio norte como en el hemisferio sur. Estas 9 ciudades comparten un capital económico cultural: su región vitivinícola internacionalmente reconocida. Es la única red que abarca el llamado Viejo y Nuevo Mundo del vino y existe para fomentar los viajes, educación e intercambio de negocios entre los centros renombrados internacionalmente: Bilbao-Rioja, Bordeaux, Cape Town, Christchurch-South Island, Firenze, Mainz, Rheinhessen, Mendoza, Porto y San Francisco-Napa Valley.

La Ruta del Vino de Salta
Salta se incorporó a la oferta enoturística argentina con su propia ruta, iniciando en 2005 un Plan Maestro de Enoturismo realizado por Consultora Stg.

Trabajando en etapas, se comenzó por capacitar a todos los agentes turísticos involucrados y por nivelar la oferta y los servicios. Luego se llevó a cabo la señalización de las rutas y se elaboraron mapas y brochures informativos. Finalmente, este año se inauguró el Museo del Vino, como punto neurálgico de la ruta.

La Ruta del Vino de Salta recorre el Valle de Lerma para finalizar en el sur, en Cafayate. En las ciudades de Yacochuya y Colomé, a más de 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar, hay modernos emprendimientos, reconocidos por estar entre los de mayor altura del mundo.

El Valle Calchaquí se presenta como el escenario ideal para el desarrollo del enoturismo. Solo él cuenta con la belleza y fuerza de su paisaje natural, las formas y coloridos de sus montañas, una rica historia y la presencia de costumbres milenarias. Todas las bodegas se concentran en esta región, que además cuenta con importantes atractivos, como el Parque Nacional Los Cardones, la Reserva Provincial Quebrada de las Conchas y pueblos históricos.

A este entorno natural se le suma la oferta de una gastronomía autóctona con recetas andinas o criollas (tamales, humitas, locro, empanadas) y propuestas de alojamientos de alta calidad en hoteles, hosterías, fincas rurales o bodegas que disponen de exclusivos hoteles en las viñas.

Siguiendo la tendencia de ofrecer actividades variadas para los turistas, además de las visitas a las bodegas, en los Valles Calchaquíes se encuentran otras propuestas, como el ecoturismo, el turismo de golf y bienestar, el turismo cultural y una gran cantidad de artesanías de alta calidad. Otro servicio distintivo es la vinoterapia, con novedosos tratamientos a base de vino en modernos spa.

Son muchas las bodegas salteñas que se han incorporado al circuito enoturístico. Ellas ofrecen visitas y degustaciones guiadas en la bodega y, en muchos casos, suman actividades especiales como recorridos por la finca, paseos, excursiones y comidas en la bodega. La cantidad de bodegas abiertas al turismo y la cantidad de visitantes a las mismas sitúan a Salta como el segundo destino enoturístico de Argentina.

Cave y Consultora Stg dictan un taller de Enoturismo
Del 17 de octubre al 21 de noviembre próximos CAVE, Centro Argentino de Vinos y Espirituosas, y Consultora Stg, dictarán en conjunto un taller de Enoturismo, orientado a aquellas personas que se encuentren trabajando como personal con capacidad de toma de decisiones de empresas que integran la Ruta del Vino tal como bodegas, agencias de viaje, hoteles y restaurantes, o a aquellos que deseen ser parte de la industria turística.

El objetivo es brindar una capacitación exhaustiva teórica en cuanto al Enoturismo y ofrecer herramientas prácticas para aplicar en los distintos eslabones de los circuitos enoturísticos. Con contenidos tales como el perfil del enoturista nacional e internacional, dirección de catas y procesos de elaboración del vino, patrimonio, cultura y turismo del vino, nociones de comunicación aplicadas, entre otros, se ofrece una formación amplia y aplicable para quienes deseen desenvolverse en una actividad de creciente importancia e interés en nuestro país y en el mundo.

F:ipersonal

Las bebidas alcohólicas claras ocasionan menos resaca|


Al parecer, según un estudio realizado en EEUU, las bebidas claras como vinos blancos, espumantes y vodkas afectan menos el día después.

El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad Brown, y según el equipo dirigido por la profesora Damaris Rohsenow, las bebidas de color claro como el vino blanco, los espumantes o el vodka producen una resaca menor que las bebidas de color más oscuro.

Este efecto se debe a que las bebidas alcohólicas oscuras tienen más productos químicos que las claras, por ejemplo, el whisky posee 37 veces más químicos que el vodka.

Cabe destacar que el estudio también indicó que los problemas de rendimiento en el trabajo de que quienes habían bebido vino tinto o whisky y aquellas personas que tomaron bebidas claras fueron los mismos.

Fuente: elgrancatador.com

Receta Bon Vivant..Gratinado de lomo de atún


Ingredientes para 6 personas:

1 k de lomo de atún rojo
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
aceite de oliva
sal
Mayonesa de pimiento rojo:
200 g de mayonesa
6 pimientos rojos de lata
sal

Preparación

1. Cortar el atún en filetes gruesos de 2 cm de grosor. Calentar en una sartén un poco de aceite, sazonar los filetes de atún con un poco de sal y dorarlos en la sartén por ambos lados no deben quedar completamente hechos por dentro.
2. Cortar el pimiento rojo y el verde en tira finas y rehogarlo lentamente con un poco de aceite y una pizca de sal hasta que estén blandos.
3. Mayonesa de pimiento rojo: Triturar con una máquina de cuchillas la mayonesa, los pimientos y una pizca de sal hasta obtener una salsa homogénea.
4. Cubrir los lomos de atún con la mayonesa y gratinarlo en el horno a temperatura máxima.
5. Servir los lomos gratinados con el rehogo de pimientos.


Observaciones

Versión rápida:; Acompañarlo con patatas paja.
Nuestro truco:; Antes de dorar los lomos, macerarlos en salsa de soja 2 horas.

Importados de moda: la nueva ola inmigratoria de bebidas extranjeras


En la góndola local crece la oferta de nuevas bebidas importadas. Hay vodkas, tequilas, rones y whiskeys de todas las regiones del mundo. ¿Cuáles conviene comprar?

Las apariencias a veces engañan: cuando uno va a un bar y ve el fondo de barra repleto de botellas, puede llegar a creer que en la Argentina se consigue de todo. Que la oferta de espirituosas en el país es equivalente a la de las grandes ciudades del mundo. Eso está lejos de la verdad. Una vinoteca en Londres o en Nueva York puede contar con treinta tequilas, cientos de whiskies, cincuenta vodkas, decenas de rones y de licores extraños de todas las regiones del mundo.

En cambio, aquí las marcas se cuentan con los dedos de las manos. Para colmo, y a diferencia de lo que pasa en el mundo del vino donde cada semana hay nuevos lanzamientos, entre los spirits la cosa suele ser bastante más aburrida y estable. Pero, por suerte, cada tanto hay rachas positivas. Y los primeros meses de 2011 marcaron una interesante tendencia. En apenas cinco meses desembarcaron a nivel local varias marcas que brillaban por su ausencia. Todas bebidas que vale la pena conocer.

PLATA DULCE
No es casualidad que en este momento estén llegando nuevas bebidas de distintas regiones del mundo. Se debe, en realidad, a los números de la economía. Y haciendo un breve repaso de los últimos 25 años, veremos que esto siempre fue así. En los 80 no había casi bebidas importadas, salvo un par de whiskies bien conocidos y algún que otro licor. Eran épocas de inflación y de dólar caro, donde lo que llegaba de afuera se tornaba demasiado exclusivo para ser popular.

En cambio, en la década del 90, con el uno a uno, se abrieron las fronteras etílicas. De pronto, las barras del país se llenaron de vodkas, surgieron los tequilas, los rones, las cachaças, los más variados whiskies de Escocia y de Norteamérica. Era el paraíso del bartender. Hasta que un día ese paraíso se perdió cuando De La Rúa subió a su helicóptero. Vino la devaluación, el dólar volvió a ser caro y las bebidas importadas -una vez más- dejaron de llegar.

Recién a partir de 2004 se volvió a encontrar cierto equilibrio. Hoy puede afirmarse que, si bien no llega todo lo qque quisiéramos, al menos se consiguen varias cosas. Esto se debe a varias causas unidas: la bonanza económica de la región; la devaluación del dólar (y del peso argentino) a nivel mundial; el crecimiento del turismo que exige y consume las marcas más reconocidas; y la mejoría de la coctelería a nivel país.

EN LA VARIEDAD ESTA EL GUSTO
En este contexto, cada año suelen sumarse algunas bebidas nuevas al portfolio nacional. Lo interesante es la diversidad de esta importación. Vodkas, whiskies, tequila, rones, cervezas. Bebidas algunas muy caras que sobrepasan los 300 pesos a otras bien económicas, que cuestan menos de 50. Algunas llegan de la mano de las grandes multinacionales, pero la mayoría es importada por pequeños distribuidores que ven nichos disponibles en el mercado y tienen la velocidad, la cintura y la inteligencia para ocuparlos. Lo cierto es que todo suma: a una buena oferta de bebidas de buena calidad le sigue una mejoría en las barras locales. Y cuanto mejor son las barras locales, más bebidas se consumen y se importan. Es una bola de nieve positiva, en la que todos salimos ganando.

Estas son algunas de las mejores novedades importadas de 2011.

1. Żubrówka
Si hubiese que recomendar solo una botella de las que ingresaron al país, sería ésta. Un vodka saborizado con hierba de los bosques de Białowieża, en Polonia, que es el alimento de los bisontes europeos. Incluso, en cada botella se deja uno de estos "pastos" como prueba de su uso. El resultado es un vodka único, con un sabor apenas dulce (tiene unos gramos de azúcar), muy rico y suave, con un dejo sutil a almendras, perfecto para beber on the rocks. Usualmente los vodkas saborizados dejan mucho que desear. No es el caso. Cuesta $109 en vinotecas.

2. Graduate
Otro vodka (de la misma gente de Żubrówka), en este caso con ganas de pelear el segmento más económico de la barra. En los bares hay algo que se llama "bebida de corte", la marca que usan los bartenders para hacer un trago si es que el cliente no exige otra. Obviamente, todas las marcas quieren ocupar ese sitio. En vodka, hoy por hoy gana Smirnoff, que al ser producido en Brasil tiene muy buen precio. Ese es el lugar que quiere pelear Graduate. Sus armas: una profesional elaboración a base de centeno y la personalidad intensa y algo especiada de un vodka polaco. Se consigue a $49.

3. Agavales
Mientras el tequila rompe récords mundiales como la bebida elegida por el jet set, en la Argentina apenas asoma su cabeza. Y esta nueva incorporación promete ser de las más interesantes, en especial por su relación precio calidad. Todos los tequilas que se venden en la góndola local a menos de $100 tienen un 51% de alcohol de ágave (el mínimo que exige la ley para llamarse tequila). En cambio, este Agavales es 100% ágave azul, lo que le da el sabor típico del destilado mexicano en su versión más pura. Viene en tres versiones: Blanco ($87), Gold ($87) y Reposado ($97).

4. Jameson Gold Reserve
Hace más de cien años Irlanda era el número uno en whiskeys, lugar que perdió brutalmente a manos de Escocia. Pero de a poco esta isla vuelve a las primeras planas. Este Jameson Gold Reserve compite en la gama más alta ($350) con una concepción muy original. Es un blend tres whiskeys, cada uno madurado en distinta madera: barricas de ex-bourbon, toneles de ex-jerez y -esto es lo raro- en barricas de roble virgen. Mantiene la suavidad típica de los whiskeys irlandeses, pero con un perfil de madera intenso, que se traduce en frutas secas, miel y caramelo.

5. Santa Teresa
Los rones son una de las grandes asignaturas pendientes en el mercado local. A las dos grandes marcas que están hace años (Bacardi y Havana Club), se fueron sumando otras como Barceló y Pampero. Pero la llegada de los venezolanos Santa Teresa es una de las grandes alegrías del año. El portfolio incluye un ron blanco simple (el Claro, para tragos, a un precio competitivo de $50), un muy rico y económico Gran Reserva 5 años (a $59, genial para Mojitos), un Selecto 10 años (para beber sólo, a $150) y el ícono de la casa, el 1796, que se añeja en un sistema de soleras y que compite con whiskies y cognacs ($282). Un ron con historia y presente, que empieza a saldar una deuda alcohólica de la Argentina.

6. The Snow Grouse
En el aeropuerto londinense de Heathrow, el local "World of whiskies" ofrece más de 500 botellas de whisky distintas, y eso es apenas una muestra de lo que sucede en Escocia. Las marcas sacan año a año nuevas variedades, que escapan a la tradición con nuevas ideas. Siguiendo esta tendencia, The Famous Grouse lanzó su The Snow Grouse (nombre que refiere a un pájaro enorme de las Highlands). Para que tengas una idea: los whiskies más conocidos son mezcla de whiskies hechos de cebada malteada (que dan el sabor y la personalidad) y whiskies de otros granos (que dan la suavidad). Luego, están los single malts, que son los más prestigiosos. Y de a poco surgen algunos grain whiskies, hechos solo con otros granos, sin malta. Son más suaves, más simples, de precio medido. Eso es The Snow Grouse. Y se disfruta muchísimo si lo bebés directo del freezer, donde esa suavidad se exagera. Perfecto como shot de after dinner. Cuesta 143 pesos en vinotecas.

7. Fuller's
Casi en voz baja llegó al país una de las cervezas más prestigiosas del planeta: Fuller's, pequeña empresa londinense con 150 años de historia que elabora una gran variedad de ales. Desembarcaron la London Pride (insignia de la marca), la Porter, la ESB, la 1845 y la Golden Pride. Si fuese cuestión de decidir una sola, iríamos por la maravillosa ESB, la extra bitter de la empresa, de intensos 5,9% de alcohol. Se consiguen solo en algunos bares. Probala, por ejemplo, en Druid Inn, Reconquista 1040.

Top 5: vinos tintos con el sello de la Patagonia que no podés dejar de probar


Los vinos de la Patagonia ya tienen un largo trayecto y una reputación muy bien ganada. Y siempre es bueno estar atento a las novedades que ofrezcan estas bodegas.

La gran amplitud térmica, el viento incesante y las noches muy frías son el telón de fondo para los viñedos. Y todo este mix genera que cultivar en esa parte de la Argentina no sea un trabajo fácil.

Por eso, es bueno recordar que cada una de las botellas que se elabora en esa región tiene una gran dedicación encima. Y por eso también, al momento de descorchar, es necesario ponerle mucha atención a estos vinos.

Porque son sutiles, se van descubriendo de a poco y con paciencia. Y, en general, suelen premiar a quienes los eligen con un producto sofisticado y de muy buen nivel.
En Vinos & Bodegas te dejamos un top 5 de vinos patagónicos: cuatro Pinot Noir y un Malbec.

A tomar nota...

• Verum Pinot Noir Reserva 2010 - Bodega del Río Elorza - Precio sugerido: $95



Este Pinot 2010 de la bodega ubicada en el Alto Valle de Río Negro vio la luz hace pocas semanas y es una de las gratas novedades del 2011. Además, es una prueba concreta de por qué el winemaker Alberto Antonini tiene una reputación tan elevada en el mundo vitivinícola. A diferencia del estándar del mercado, este vino en nariz se revela mucho más complejo. La fruta, delicada, está presente, pero también la madera, que brinda algunas notas tostadas, bordeando lo ahumado, y que le dan cierto toque de complejidad. En boca es sedoso y se mueve con gracilidad, acompañado por una buena acidez y frescura. Es la síntesis del equilibrio. Más que pedir, este vino te va a exigir otra copa. A la hora del maridaje, su perfil lo hace ideal para acompañar un cordero braseado y muy poco condimentado.

• Saurus Patagonia Select Pinot Noir 2006 - Bodega Familia Schroeder - Precio sugerido: $84







Elegancia, sutileza, equilibrio... tres características que se le pueden exigir a un buen Pinot Noir. Y esta etiqueta las cumple. Con cinco años encima, este vino evolucionó perfectamente. En nariz sobresalen aromas a frutas rojas maduras, con una pincelada tostada y un touch de chocolate. En boca dejate llevar por su armonía y sedosidad. Si bien lógicamente no tiene gran persistencia, sí deja una sensación muy agradable que te va a invitar a darle otro sorbo. Si tenés o encontrás esta añada, no lo guardes, tomalo ahora. Más que en platos pensaría en acompañar una selección de quesos suaves de calidad. Este Pinot exige el papel protagónico. Y este capricho, en este caso, no está mal respetarlo.

• Manos Negras Pinot Noir 2008 - Manos Negras - Precio sugerido: $80







Es un vino muy comentado, especialmente por los expertos que están detrás de cada botella y que recorren la geografía argentina buscando, de cada región, la mejor expresión de su cepa insignia. Viene de cosechar buenos puntajes y reconocimientos. Y lo cierto es que no defrauda. Por el contrario, es un lindo Pinot que proviene de la localidad de Añelo, en Nequén, a poco más de 100 kilómetros de San Patricio del Chañar. En nariz revela aromas a frutillas en su punto justo de madurez, apoyadas en una tenue y sutil mineralidad. En boca, la amalgama entre taninos y acidez está muy bien lograda, dando lugar a una sensación de frescura, seguida de un final suave y amable. Se puede tomar ahora o esperar un año y esperar una más interesante evolución. El abanico de posibilidades es amplio, pero por qué no optar por un buen salmón a la parrilla con puré de calabazas.



• Malma Finca La Papay Pinot Noir 2010 - NQN - Precio Sugerido: $39,90





Muy simple: imaginate un copón con frutillas en su punto justo. Eso, sumado a un toquecito de pimienta negra, es lo que esta etiqueta revela ni bien lleves tu copa a la nariz. Se puede debatir sobre si esta etiqueta respeta a rajatabla el "manual" del Pinot Noir o no, pero al probarlo esto queda en segundo plano: es un muy atractivo ejemplar del Nuevo Mundo. En boca es jugoso y se desplaza con mucha gracia. Los taninos aterciopelados le otorgan una ligereza que, en este vino, se convierte en una de sus grandes virtudes. En el segmento de los $30-$40 esta etiqueta que proviene de San Patricio del Chañar, marca un interesante estándar. Difícil competirle. Es un vino versátil y una buena alternativa podría ser un pollo con salsa de hongos.



• Humberto Canale Estate Malbec 2009 - Bodega Humberto Canale - Precio sugerido: $67



Si te gusta el Malbec, pero todavía no experimentaste mucho, entonces este ejemplar del Alto Valle de Río Negro es para vos. En nariz se presenta sumamente expresivo, con un levísimo toque a vainilla sobre un delicado colchón especiado. En boca es un vino que responde 100% al perfil patagónico: buena acidez, fresco, con taninos elegantes pero con presencia. Es realmente renovador revisitar los Malbec del sur y encontrar este nivel. Bondiola con papas rústicas y un toque de romero, una alternativa para sacarle el máximo provecho a esta etiqueta.

F:iprofesional

¿Cuál es el mejor champagne para cada ocasión?


Cenas románticas, reuniones familiares, brindis de amigos o amigas... Estos son las mejores burbujas para cada ocasión.

1. Para una cena romántica: no hay como una botella de un espumante fresco y refinado. Servirse de la frapera una copa de Boheme, un Bianchi Edición Limitada o María Codorníu es como arrancar con el pie derecho un plan perfecto. Burbujas elegantes de los mejores champenoise, que acarician el paladar con sensualidad y que le ponen marco de sabor a una mousse de palta y ostiones o un salmón a la plancha con eneldo y sal maldón.

2. Reuniones familiares: en ese tipo de ocasiones en que la cantidad de invitados puede desbordar el bolsillo, lo ideal es apuntar a espumantes con buena relación calidad-precio, que no sean ni muy dulces ni muy ácidos para que a todos les guste. En esa línea, tenés que buscar Novecento, Chandon Extra Brut, Norton, Finca Las Moras o Alamos.

3. Encuentro de amigos: y, sí, los amigos odian lavar copas. Lo es tener varias botellitas de 187 centímetros cúbicos en la heladera, para destapar con el click de su rosca. Los más ricos son Chandon, Trapiche, Nortin Mini y Petit Mumm.

4. Reunión de amigas: dirán que es un preconcepto equivocado, que no necesariamente es así, pero la realidad es que un buen espumante dulce enloquece a la mayoría de las chicas por su evidente apetencia edulcorada. Y si el plan de las señoritas es juntarse a conversar una noche, o hacer la previa hasta el boliche, un espumante como Deseado o El Esteco, les va a estirar la charla un par de horas, con burbujas de dulzura garantizada.

5. Una ocasión especial: en esta categoría entra desde un encuentro íntimo, a una celebración selecta y un brindis solitario y bien fundado. Por ser momentos especiales, reclaman un espumante que le de relevancia, cuyas elegantes burbujas acompañen con suavidad la singularidad del momento. Por ejemplo, Progenie, Cadus Espumante o el Milesimé de Rosell Boher 2005, vinos únicos para ocasiones únicas e irrepetibles.

6. Para regalar: la mayoría de la gente ofrece como presente vinos tintos. Se equivoca. Porque un espumante de paso refrescante, con buena corona y perlage –esas finas burbujas que ascienden desde el fondo de la copa formando un collarín de perlas- te pueden hacer quedar mucho mejor que el más violeta de los tintos modernos. Sobre todo, si regalás una marca poco conocida, como Atemporal, Fin del Mundo, Alambrado y Alma 4, que sumarán calidad al presente.

10 consejos para comprar vinos sin ser engañado


Si no querés que te vendan gato por liebre al comprar una botella, seguí los consejos que te pasamos en esta nota.

Seguro alguna vez compraste una botella que prometía todo y resultó ser un perno. ¿No querés que te pase de nuevo? Lee estos tips.

1. Que nunca te den la botella de la vidriera. Si te ofrecen la que ha estado expuesta al sol o a la luz, es probable que el vino esté oxidado y arruinado. Siempre es mejor que lo saquen de la caja o una cava climatizada. También hay que evitar las botellas expuestas a la luz de las dicroicas en las estanterías.

2. Revisá el corcho. Muchas etiquetas añosas a simple vista parecen estar perfectas, pero al beberlas son un vinagre en toda ley. Para evitar este mal trago, es importante sacarle el capuchón y revisar que el corcho no esté filtrado. Te vas a dar cuenta porque está pegajoso o porque está teñido por dentro. Observalo a través del cuello de vidrio: si el líquido ascendió por las paredes hasta la superficie, mejor olvidate de comprar esa botella.

3. No a la botella recalentada. Al momento de comprar conviene tocar la botella y tener una sensación térmica de su estado. Si está caliente - puede pasar incluso en lugares refrigerados-, lo más probable es que no esté en óptimas condiciones.

4. Observar bien la etiqueta. Así como la imagen habla de la gente, en el vino una etiqueta habla de su historia: si está dañada o corrida quiere decir que la botella ha sido maltratada. Si está chorreada o descolorida, tené por seguro que fue expuesta al calor o a la luz del sol y no puede estar en buenas condiciones.

5. Que no tenga polvo en los hombros. Teóricamente, una botella debe permanecer acostada para que el corcho no se reseque. En ese caso, el polvo se ubica en algún punto de su cilindro; pero si está en los hombros es porque lleva mucho tiempo de pie. Y si así fuera, es muy posible que el vino esté avinagrado.

6. Buscar en el fondo de la góndola. Ahí suelen estar las botellas menos expuestas y también las mejor conservadas.

7. Elegir las cosechas más nuevas. En un mercado como el nuestro, en el que los vinos se venden jóvenes, no tenemos cultura de observar la añada en la etiqueta. Los vendedores casi siempre prefieren sacarse de encima las más viejas. Hay que evitarlas. Con el tiempo y la mala guarda aumentan las posibilidades de clavarse. En cualquier caso, siempre es mejor comprar la más nueva.

8. No asumir que más caro es mejor. Suele suceder que los vinos más caros se presumen como mejores. Hay que saber, sin embargo, que no todo lo que brilla es oro y que en materia de botellas esto se cumple muy especialmente. Mejor es buscar data sobre el productor y la región antes de hacer una compra salada. A más información, menos riesgo de comprar un perno.

9. Usá Internet. Antes que hacerle caso al vendedor, mejor buscar información en la web. Hacer un research previo -especialmente si vas a comprar una etiqueta cara- puede salvarte de cometer un error.

10. No compres en sitios no calificados. Por regla general, a muchos sitios de la web van a parar todo lo que no se puede vender en otro lado. Si navegás un poco verás que hay muchas ofertas demoledoras, pero cuando te claves, no digas que no te lo advertimos.

F:planeta joy

Vinos cosecha tardía: cómo se elaboran y cuál es la mejor forma de consumirlos in


Para elaborar un cosecha tardía, el viticultor o enólogo elige el grado de madurez de las uvas según el estilo de vino que desea hacer y esto depende en gran medida del tiempo que se dejan los racimos en la viña para cosecharlos maduros, muy maduros, deshidratados como pasas de uva y hasta afectados por la podredumbre noble.

Para concentrar todavía más los azúcares se deshidratan las bayas luego de ser cosechadas, práctica que se conoce en Italia bajo el nombre de Passito.

En nuestras latitudes no se da naturalmente en el viñedo la podredumbre noble llamada Botrytis, que deshidrata los granos en otoño y le confiere aromas muy apreciados a miel y una textura más opulenta al vino.

Pero se puede inducir con rocíos matinales en el viñedo y en el caso de Rutini Wines han logrado un vino de una paleta aromática sorprendente, delicado y elegantísimo: el Rutini Vin Doux Naturel (500cc, $160) de uvas Verdicchio y Semillón y con crianza en roble francés.

Cuando las condiciones climáticas lo permiten, se puede elaborar el Eiswein -o vino de hielo-, un estilo exquisito de cosecha tardía ya que bien entrado en otoño, casi invierno, en el hemisferio norte se cosechan las uvas de noche con temperaturas a menos de 8º C bajo cero.

En el mosto helado se concentran azúcares y aromas y se obtiene un vino muy dulce y de escasa producción. Como en el caso de la botrytis, en la Argentina se sustituyen los fenómenos naturales con técnicas y herramientas modernas.

El congelamiento se produce aquí recién en la bodega y se llama crio-extracción, posibilitando trabajar con las cantidades de uvas deseadas.

El grado de madurez de la fruta no sólo incide en los aromas que van de lo frutado cítrico a mermelada, pasa, frutos secos y miel sino también incide en el descenso de la acidez y el aumento del grado alcohólico del vino.

Para conservar algo o mucho del azúcar natural del mosto y no dejar que todo se convierta en alcohol se puede interrumpir la fermentación.

¿Cómo se hace? Arnaud de Villeneuve fue quien consiguió destilar alcohol de vino según recetas árabes en el sur de la actual Francia allá en el siglo XIII.

Con esta "eau de vie" siguió experimentando y descubrió que la adición de alcohol al mosto interrumpe la fermentación, conservando azúcares naturales del vino.

Nació el "vin doux naturel" o vino dulce natural que fue un éxito total durante toda la Edad Media.

Muchas laderas y terrazas soleadas en el sur de Francia están reservadas aún hoy, siglos más tarde, exclusivamente para el cultivo y la elaboración de estos vinos dulces.

Las variedades de uvas tradicionales son la blanca Muscat y la tinta Grenache.

Hoy, el bodeguero o enólogo controla la transformación del azúcar en alcohol y elige el momento para añadir alcohol puro y neutro. Cuánto más pronto se interrumpe la fermentación del vino, mayor es el contenido de azúcar residual.

A partir de unos 25 gramos de azúcar por litro el vino se percibe dulce, pero los hay con ¡hasta 200 gramos por litro! Esta información se encuentra en la contra etiqueta.

En todos los estilos se busca el equilibrio entre azúcar-alcohol- acidez.

Los vinos dulces naturales siempre están levemente encabezados pero generalmente no superan una graduación alcohólica de 12,5%. Esta es la principal diferencia con otros vinos dulces fortificados (sinónimo de encabezados) que pueden llegar a tener hasta 19% de alcohol, como algunos oportos.

Así como hay muchos estilos también hay muchos paladares y ocasiones diferentes para beber estos vinos.

En Argentina se elaboran interesantes y muy diferentes vinos dulces, la mayoría con uvas blancas aromáticas como la Torrontés, Gewürztraminer y Riesling. Se hacen vinos frescos y jóvenes o con crianza en barricas, levemente dulces o muy golosos, ofreciéndonos una enorme versatilidad a la hora de maridar con comida.

En la barra los más livianos son deliciosos aperitivos, mejor bien fríos. Los más dulces son casi un postre en sí, pruébelos con cantuccis de almendras.

La sal es muy apropiada como contrapeso del azúcar, por eso, la mayoría de los quesos grasos y de aromas intensos (los azules, por ejemplo) armonizan muchísimo mejor con un vino blanco dulce que con un vino tinto.

Los postres requieren de vinos dulces ya que el azúcar adormece las papilas gustativas y todo lo que no es dulce se percibe un poco soso. Por eso, la próxima vez pruebe un vino dulce en lugar de la clásica copa de espumante brut con la torta de cumpleaños.

Otro aspecto a tener en cuenta es el peso del vino y el peso de la comida. Un Elementos Torrontés Cosecha Tardía Dulce Natural 375cc (Bodega El Esteco, $17), de un color amarillo casi transparente, acidez fresca, notas cítricas de ananá, uva, notas florales y miel marida muy bien con una tarta de manzana tipo apple crumble.

Pero si le agregamos una bocha de helado de vainilla ya vamos a necesitar un vino con más cuerpo, más peso y podríamos elegir un Luigi Bosca Granos Nobles Gewürztraminer 2008 (500cc, $90).

Este vino tuvo crianza en barrica y los resultantes aromas más complejos van de maravilla con los sabores del conjunto.

Los sabores asiáticos como los agridulces o picantes se resaltan muy bien con vinos levemente dulces. También el sushi. He aquí una propuesta con burbujas: Norton Cosecha Tardía Espumante ($35) de uvas Chardonnay.

La tendencia en los restaurantes es ofrecer los vinos dulces de cosecha tardía no sólo por botella sino también por copa, una excelente noticia para quienes quieren degustar y conocer diferentes productos. El sommelier está para asesorarlo a la hora de elegir la mejor opción para acompañar el plato deseado.

f:irofesional