Yellow tail: una marca vale un mundo


Yellow tail: una marca vale un mundo

La marca es clave para reconocer a un producto. En el mundo del vino, se destaca la historia de la australiana Yellow Tail, basada en un canguro con mucha identidad.



Cuando queremos un vino, lo reconocemos por su nombre, la marca. Pero de todas las industrias del mundo, no puede haber otra con tantas marcas como el vino, que dedica tanta creatividad, dinero y tiempo para lanzar cada vez más marcas, más etiquetas, más cuentos para distinguir un vino de la botella vecina. ¿Y si toda esta creatividad fuera un error y sembrara confusión?
La marca más valiosa del mundo en 2011 acaba de ser anunciada. Apple tomó el primer puesto, desplazando a Google, con un valor de US$ 153 mil millones. Basada en datos de dos millones de personas en 30 países, la encuesta de Millward Brown produce el ranking anual de las 100 marcas globales de mayor valor. Entre las 100 no hay una sola marca de vino.
Nadie sabe cuántas marcas de vino existen. Proliferan sin parar compitiendo entre sí. Hay por lo menos diez mil, analizadas por la consultora Intangible Business. Entre las diez mil marcas más reconocidas de espirituosas y vinos, ellos seleccionan las Power 100. Dominan los vodkas, los whiskies y los cognacs. Entre los vinos, lidera Moët y Chandon, puesto 16, seguido por Gallo, de Estados Unidos, en el 17.
En tercer lugar, nos podemos enorgullecer de nuestros hermanos chilenos. Concha y Toro es la tercera marca mundial de vinos. Sin contar Torres, de España, todas las otras marcas dominantes son norteamericanas o australianas. Entre los hermanos canguros, Yellow Tail, Hardy’s, Jacob’s Creek, Lindeman’s, Wolf Blass y Penfolds. Y entre los hermanos gringos, Robert Mondavi, Behringer, Kendall Jackson, Inglenook y Sutter Home.

Entre las Power 100, la marca más joven de vinos es Yellow Tail, o cola amarilla, que apenas cumple diez años desde que se lanzó y ahora vende 144 millones de botellas al año con la insignia del canguro con la cola amarilla. Son vinos agradables, frutados, sin pretensiones de grandeza y con precios amistosos. Yellow Tail es el canguro que conquistó al mundo con una imagen divertida y una publicidad que nada tenía que ver con el vino. Es un logro del marketing australiano, de la familia Casella, originalmente sicilianos. El cuento del primer vino argentino que conquistará al mundo como marca Power 100 todavía se está escribiendo. Será una historia escrita con la ambición de vender millones de botellas. Pero un pueblo individualista como el nuestro bien podría seguir volcando su creatividad en cientos o miles de marcas. Algunas marcas serán vinos de terruño de tiradas pequeñas; otras serán por el placer de inventar otra etiqueta, otro nombre, otro cuento. Sin olvidar que cuando encontramos un vino conocido, lo reconocemos como un viejo amigo que nos acompañó alguna vez. Un amigo al que siempre le vamos a ser fieles: una marca vale un mundo de recuerdos.


Fuente: http://www.elconocedor.com