Las maravillosas propiedades del vino como bebida


Como buen riojano que soy, además de experto en enología y conociendo por tanto sus grandes cualidades, siempre he sido fiel consumidor del vino como bebida, tanto sea de Rioja como de otras zonas, así que compadezco a las pobres gentes bebedores simplemente de agua o bien de otras bebidas, satisfacción de solamente una necesidad física. El hombre creado a imagen y semejanza de Dios siempre ha buscado algo superior, que le aporte un conjunto de satisfacciones, tanto físicas como psíquicas, que alimente el cuerpo y el alma, que le reporte una excitante y bienhechora satisfacción.



Desde que fue descubierto por Noé, ninguna bebida ha perdurado tanto ni se ha extendido tanto por toda la humanidad.



Sus propiedades son innumerables, aportando al organismo humano, además de un valor alimenticio y calórico, sus vitaminas (C1 P1 B2 B3), sales minerales, oligoelementos correspondientes, facilitando la digestión y siendo el más sano de los euforizantes.



Ya lo dijo Pasteur: “ El vino es la más sana e higiénica de las bebidas”.



Actualmente se ha generalizado la agradable noticia de que el vino tinto principalmente contiene un polifenol, llamado resveratrol, beneficioso para la salud como antioxidante y que da fluidez a la sangre en su movimiento por las venas y arterias y como colofón, que mejor ambiente que el producido en una reunión entre amigos frente a una botella de buen vino… ¡a beber!, con moderación.