Como detectar el origen de un vino


Un investigador de la UEx (Universidad de Extremadura) creó un método de análisis que identifica a qué Denominación de Origen pertenece cada vino. El mismo - que se basa en el análisis de la concentración mineral - podría ayudar a detectar falsificaciones.
MÉRIDA. El investigador la Universidad de Extremadura (UEx) Guillermo García Rodríguez, ha desarrollado un método de análisis que identifica a qué Denominación de Origen pertenece cada vino.

En concreto, este doctorando ha realizado el estudio comparativo con las denominaciones de origen 'Ribera del Guadiana', 'Méntrida' y 'Rías Baixas', y cabe destacar que los vinos en los que no se superó ningún límite de los elementos tóxicos fueron los pertenecientes a la D.O. Ribera del Guadiana.

Según informó la UEx en nota de prensa, el estudio desarrolla un método de análisis de los vinos que permite identificar mediante la medida de su contenido mineral a qué D.O. pertenece dicho caldo, evitando así posibles fraudes al consumidor.

Durante el estudio, se examinaron las concentraciones de elementos inorgánicos como aluminio, arsénico, bario, boro, cadmio, calcio, cobalto, cobre, estroncio, fósforo, hierro, litio, magnesio, manganeso, níquel, plomo, potasio, sodio, vanadio y zinc.

Estos elementos fueron analizados en vinos tintos, rosados y blancos de tres D.O. procedentes de áreas de la geografía española diferentes, que son "Méntrida" (Castilla la Mancha), "Ribera del Guadiana" (Extremadura) y "Rías Baixas" (Galicia).

Las concentraciones más elevadas a la media correspondieron a la D.O. Méntrida en cadmio, cobalto, litio, estroncio y vanadio. Por su parte, la D.O. Rías Baixas, tuvo concentraciones más altas en arsenio, calcio, manganeso, sodio, plomo y zinc y D.O. Ribera del Guadiana: aluminio, boro, bario, cobre, hierro, potasio, magnesio y níquel.

NO SON PELIGROSAS

El doctorando Guillermo García Rodríguez indicó que las concentraciones medias de todos los vinos presentes en el estudio "no resultan peligrosas" para el consumo moderado, es decir, unos 350 mililitros de vino semanales.

Explicó que es "importante" determinar los niveles de distintos elementos inorgánicos, algunos de ellos potencialmente tóxicos, que pueden presentarse en un vino.

Al respecto, indicó que la legislación establece unas cantidades máximas admisibles de algunos de ellos en los alimentos, pudiéndose relacionar con la toxicidad generada en el organismo humano. Por otra parte, también hay que conocer los niveles de ciertos elementos esenciales no tóxicos, para determinar su influencia en la dieta y sus posibles efectos toxicológicos cuando se presentan en altas concentraciones.

Finalmente, la UEx destacó que en la elaboración de la tesis se hizo también una "puesta a punto" de la técnica de pretratamiento para la destrucción de la materia orgánica del vino, comparando la digestión por vía seca y la digestión por vía húmeda, resultando "más efectiva" para determinar el contenido mineral de los vinos la digestión por vía húmeda. Fuente: Noticias del Vino. España.