Merlot, un vino con calidad


En dialecto bordelés, Merlot quiere decir (mirlo), y la Merlot es la primera uva de la temporada que coincide con la época en que estos pájaros devoran sus bayas.

Siguiendo la pista a su etimología, Petit Laffite, en su obra La Vigne de Bordelais (1868), buscaba el origen del vocablo en la semejanza entre el color del plumaje del mirlo con el color azul negrusco de las bayas de la cepa.

Aunque parece ser de la misma familia que las Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Petit Verdot, no aparece citada hasta el siglo XVIII, en los viñedos de Pomerol y Saint-Emilion, y no se señala su presencia en el Médoc hasta el siglo XIX. De finales de este siglo data también su incorporación al cantón helvético de Tessin, de lengua italiana, y su extensión posterior por todo el norte de Italia.

La variedad Merlot ha vivido siempre a la sombra de la reconocida Cabernet Sauvignon, considerada como una uva complementaria para mezclarla con esta y en menor medida con la Cabernet Franc. Sólo alcanzaba proporciones destacables en los Sain-Emilion y, sobre todo, en los Pomerol bordeleses. Hoy, sin embargo, es habitual encontrar monovarietales de la cepa, la mayoría jóvenes, que se benefician de su gran fragancia.

Es una planta medianamente vigorosa, de brotación media, sarmientos normales con entrenudo corto, con vegetación equilibrada en su conjunto. Racimo mediano piramidal alado, más o menos esparcido. La baya tiene la piel delgada, brotando y madurando muy temprano, siendo una variedad muy rica en fruta y en azúcar.

Una de las ventajas de esta variedad es que es apreciada por sus rendimientos, lo que la ha llevado a ser una de las más extendidas mundialmente.

La gama de sabores que se pueden encontrar en los vinos elaborados con base en esta Cepa son: rosas, pastel de frutas, especias, menta, chocolate, grosella y ciruelas. Por la ampliada gama de sabores y por la ventaja que tiene, es que les recomiendo que prueben este vino